Hoy está de cumpleaños uno de los dos clásicos geniales que dieron a la historia y a la teoría de la sociedad la guía científica e ideológica de la clase obrera: el inolvidable amigo de Carlos Marx, que codo con codo con este último, tuvo la noble tarea de participar sostenidamente en la lucha y organización del proletariado europeo contra la burguesía explotadora, en la medida que al unísono desarrollaba el discurso teórico práctico que haría temblar a los explotadores de todos los continentes: Federico Engels.
Hoy precisamente, Engels, en sus doscientos años de vida, sigue gozando de una salud inigualable en el terreno de las contiendas ideológicas y políticas que libran los partidos comunistas y las izquierdas del sur por alcanzar escaños en los parlamentos burgueses, y de esta manera poner en jaque al imperialismo neoliberal y globalizador, hasta darle el mate definitivo con la revolución.
Engels nace el 28 de noviembre de 1820, en Bremen, ciudad alemana con un determinado desarrollo industrial capitalista en el seno de una familia dueña de una fábrica de hilados. Sus padres eran devotos pietistas, que luego de salir del culto trataban a la servidumbre a patadas, cuestión esta que, extrapolada a la fábrica que dirigía su padre, fue conformando en el joven Engels una actitud de solidaridad y compromiso con los obreros no solo en Alemania sino en Manchester, Inglaterra, donde el señor Engels, tenía una fábrica. .
Federico Engels no llegó a terminar el gimnasio (preuniversitario), pues su padre lo conminó a incursionar en su negocio de la industria textil y como futuro heredero de su fortuna. A pesar del desagrado que le causaba esta tarea familiar, la asumió y con ella pudo sostener en gran parte a Marx y a su familia, puesto que expulsado de Alemania y de Francia, a su amigo no le daban un trabajo definitivo en ningún lado, convertidos ambos ya, en los enemigos número uno del capitalismo. La trinchera inicial de lucha de ambos fue el periodismo, desde donde criticaban abiertamente a la burguesía y a la intelectualidad conservadora, primero desde la Gaceta renana y posteriormente desde los Anales franco alemanes.
Engels fue un joven normal, alegre, fiestero, amante y practicante del deporte, bailador, pero al mismo tiempo estudioso, profundo, responsable y muy sensible ante las injusticias sociales. Ello se puede constatar en su ópera prima de envergadura: La situación de la clase obrera en Inglaterra, escrita a los 24 años, donde realiza una verdadera investigación filosófica, sociológica y económica sobre el proletariado inglés, haciendo hincapié en el drama de las minas de carbón y los barrios marginales, esbozando ya de manera independiente de Marx, la concepción materialista de la historia, la cual sería el núcleo teórico acerca de la sociedad en la gigantesca creación de ambos: el materialismo dialéctico.
En su tiempo libre, Engels se dedicaba a vencer programas de estudio, a estudiar literatura grecolatina y cuando la musa lo visitaba, escribía algún poema de amor y a veces lo publicaba. Por otra parte, sentía pasión por el dominio de los idiomas extranjeros y dialectos, de los cuales llegó a hablar veintidós con fluidez. Pero nuestro epígono incursionó también en el estudio de las ciencias naturales, realizando análisis profundos que debatía y consultaba durante sus mejores años de vida con científicos de alto nivel de toda Europa. La dialéctica le permitió hablar y escribir con propiedad sobre la esencia de los fenómenos: matemáticos, físicos, químicos, eléctricos, biológicos para demostrar que el universo era uno en sí mismo en su diversidad infinita. Esta pasión por el saber tiene su causa más profunda en la responsabilidad que tenía como uno de los dos máximos dirigentes de la clase más revolucionaria de la historia: ser protagonista de un proceso de múltiples dimensiones, y es por ello que se le ha considerado con toda razón, el enciclopedista del marxismo. Todo ello es común a los líderes políticos progresistas y dirigentes de las grandes masas como Lenin, Martí, Fidel, Che, etc. Es necesario saber para poder conducir con eficacia a los pueblos.
Para la joven generación, ese Engels autodidacta, luchador incansable, filósofo, economista, político, buen amigo y fiel a un ideal trascendente, debe constituir un paradigma, un modelo a seguir en constante superación, para lograr extender el camino que llevará como un fin en sí a la creación de una sociedad desenajenada, “donde el libre desenvolvimiento de cada uno sea la premisa para el libre desenvolvimiento de todos”.
Así pues, entre Marx y Engels hubo una división intelectual del trabajo, aunque ambos dominaban todos los campos en los que incursionaron, pero Marx, indiscutiblemente dedicó un tiempo mayor a la conformación del primer tomo de El capital, (prácticamente 38 años) . Con Marx escribió Federico Engels,La crítica de la crítica crítica o la Sagrada familia, la Ideología alemana, el Manifiesto del Partido comunista y algún que otro manifiesto o proclama por encargo del movimiento obrero contra la socialdemocracia. De Engels son Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, Anti-Duhring, Dialéctica de la naturaleza, Del socialismo utópico al socialismo científico, el Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, Contribución al problema de la vivienda, La guerra campesina en Alemania etc. y un arsenal de artículos periodísticos y cartas, Más tarde, después del deceso de Marx, a Engels le correspondió terminar la redacción y organización del segundo y tercer tomo de El Capital, cuestión esta que no podría sorprender a nadie, pues tanto en el campo de la lucha política e ideológica como en el fenómeno de la economía política, ambos amigos eran titanes geniales de igual nivel. A lo largo del tiempo, los enemigos de los clásicos del marxismo, han tratado de minimizar el papel de Engels en esta teoría, tratando a fin de cuentas de debilitar ante los ojos de los obreros la guía de su lucha efectiva, pero resulta que el marxismo es el resultado intelectual y práctico de ambos amigos; sin Engels, el marxismo quedaría cojo. Entre Marx y Engels siempre hubo un acuerdo espontáneo de consultas a la hora de comparecer y hablar ante la masa trabajadora y escribir y publicar los problemas acuciantes que embargaban a esta clase.
Engels falleció en Londres el 5 de agosto de 1895 para instalarse en la conciencia de los trabajadores, intelectuales, estudiantes y hombres del orbe que aspiran a un mundo de paz, sin explotación, sin el alienante espectro de la propiedad privada, sin clases, sin estado, sin derecho jurídico, fenómenos que han de pasar como .el dijera al museo de antigüedades junto con la rueca y el hacha de bronce. Su intelecto pujante que se hizo sentir en la primera y segunda Internacional y posteriormente con mucha fuerza en la obra de Lenin y los congresos de los partidos comunistas del mundo entero, mantiene su vigencia total aquí y ahora. Sus cenizas ennoblecen para siempre las aguas del Mar del Norte- ¡Felicidades Engels!
*Profesor titular de filosofía y estética
Universidad de Camagüey