VERTIENTES, CAMAGÜEY.- La vista se pierde en el horizonte de la presa Jimaguayú, el inmenso acuatorio de mayor capacidad de espejo de agua de la provincia. En los 200 millones de metros cúbicos, ubicados a una hora de la ciudad de Camagüey, la Empresa Pescacam tiene una zona de captura que tributa al consumo nacional y a la exportación de la tenca, una de las cuatro especies que se cultiva junto a la claria, la carpa y la tilapia, esta sometida de cierta manera a la veda.
BÚSQUEDA Y CAPTURA
Sin amanecer aún, el cuarteto de Dixan Hernández, Gerardo Socarrás, Alexander Heredia y Edgar Cordovés tomaron dos pequeñas embarcaciones, conocidas como cherneras para internarse en las profundidades del embalse. Prácticamente en la distancia se veía solo un punto, pero la pericia en aplicar la técnica bocana, una experiencia sui géneris allí, posibilitó regresar unas tres horas después con una gran carga de tenca a refrigerar hasta que se trasladara hacia Camagüey.
La tecnología en cuestión implica localizar, primero, la mancha de peces, acondicionar los chinchorros a los que se les colocó un aditamento con redes en forma de bolso y realizar el tiro en el mismo lugar, en criterio de expertos una pesquería más dinámica, eficaz y rápida.
El técnico de nivel medio en veterinaria Yordany Yordi Paraleda, conocido por todos en el lugar y en la zona de Calabazar, donde reside, como Comino, por el tamaño que tenía cuando niño, aparte de sus cualidades como jefe de producción del enclave es un excelente comunicador que domina cada dato.
SACANDO CUENTAS
Adelantó que de las 1 500 toneladas de captura para el 2020, cerraron agosto con 1 312.1 con un pronóstico de finalizar el año con 1 650, con la contribución, en primer lugar, de los 43 pescadores, con un promedio de años de servicios no menor a tres lustros en esas andanzas, agrupados en siete brigadas que entremezclan, además, de la mencionada técnica, la captura en redes o la agallera.
El exceso de agua en la presa, de la que una buena parte se aporta a la producción arrocera, trae dificultades en las operaciones de pesca, sin embargo, el descenso de sus volúmenes, como ocurre ahora de unos 47 millones de metros cúbicos represados, favorece visualizar, con mejor facilidad, las especies y no se oculten en lugares de palizada, utilizado por la biomasa como refugio.
Esta última variante condiciona que los ejemplares de la tenca para la exportación no presenten hematomas y pérdida de escamas, condicionantes exigidas por los clientes. Resuelta tal incongruencia la calidad de la variedad aumentará para dejar atrás la cifra de 99,4 toneladas capturadas hasta ahora con ese fin, de las 260 fijadas para el presente año. Yosdany explicó que quedan cuatro meses: “podemos llegar”, luego de sortear dificultades con embalaje, con el clima y con combustible.
PROTAGONISTAS
Los pescadores de la zona de Jimaguayú, acogidos al pago por resultado, con una tasa, según el tipo de especie, devengan como promedio mensual entre 1 000 y 1 500 pesos, sin contar lo retribuido en divisa. En la presa Jimaguayú se han unido trabajadores de Vertientes, Minas y de Sibanicú para el aprovechamiento de los recursos, cuyas cifras no se incluyen en el grupo de Yosdany y aumentan las potencialidades de Pescacam en su conjunto. Un recorrido por las instalaciones permitió apreciar las condiciones laboral y de vida de los pescadores en ese enclave y quién mejor para asegurarlo que Manuel Cebrián Gómez, el anfitrión de la empresa que nos guió en su yipi hasta el lugar, reverdecido con las copiosas lluvias del día anterior con 36 años en la rama acuícola. |