CAMAGÜEY.- Las fotos que dejamos de hacer, los abrazos que no dimos, las palabras inconclusas, todo eso parece más valioso ahora. Pero dejar de escribir nunca fue una opción. Esa máxima nos puso la carrera desde el inicio: ser periodistas en cualquier escenario y circunstancia, nunca renunciar a la palabra.
Cronicar nuestro regreso a la edición de estudiantes*, después de un año tan complejo, es recurrir a la nostalgia cursi que no entiende este teclado; tomar el lapicero y no poder sacarle una sílaba durante horas, quizá por estar tan desentrenado en el trazo sobre el papel.
Pero esta crónica simboliza también la esperanza de crear pese al distanciamiento, de ser periodistas por un día, o por una semana. Ese bichito creativo salpica entre los caracteres y no lo oculta ni el nasobuco.
¿Qué podría contar más allá de lo obvio? ¿Que el periódico Adelante es casa, familia y cantera?, ¿que tomamos una vez por año su redacción y nos vestimos de papel?, ¿que extrañamos la entrevista cara a cara y el “sudor “de la cobertura?
La mejor crónica no es la que pudiera escribir aquí, a lapicero o a teclado. La mejor crónica es la manga remangada de los que fabrican este montón de palabras: la estudiante que entrevistó a una valiente de Zona Roja; o el que solo pudo comunicarse con la redacción por el móvil; el que está aislado y escribiendo a la vez; los que hicieron fotos a una ciudad distinta, detenida en el tiempo. La mejor crónica es el reencuentro en pausa y la virtualidad casi poética del “mejor oficio del mundo”.
Por eso no vale que me vuelva romántica u original, y mucho menos nerudiana para escribir “los versos más tristes” sobre un regreso. Lo que realmente pesa es el abrazo, la foto y la palabra aún incompletos. Lo que importa es que alguien diga: eso lo leí en Adelante. Lo demás es solo la nostalgia cursi que no entienden los teclados de esta cronista desentrenada.
*Desde el año 2008, los estudiantes de Periodismo de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz realizan íntegramente una de las ediciones impresas del periódico Adelante, casi siempre en marzo, como homenaje a la Jornada de la Prensa Cubana.
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