Entrevistas

Con solo 25 años, Daymée de la Caridad Machado Isla asumió la dirección de la escuela especial de discapacidad sensorial Antonio Suárez Domínguez.

Leer más...

Madre cubana espera regreso de un hijo

Treinta y cinco años después de verlo ir entre sus brazos, Elsa Morales Naranjo mantiene aún impecable la cama de su hijo Marco Antonio como si el niño, de excepcionales cualidades e inteligencia, estuviera a punto de regresar de la escuela.

Leer más...

Dirigente del barrio

Nieves López Ruiz es presidenta y fundadora del Consejo Popular Las Parras, en el municipio de Florida. Con cuarenta años al frente de la tarea, aún camina y orienta como el primer día.

Leer más...

El salto más grande de Julia

Cincuenta años después, Julia Pérez Castillo sigue experimentando los escalofríos de aquella tarde en que le tocó descender del buque Cerro Pelado. Su meta, la de todos, era participar en los Décimos Juegos Centroamericanos y del Caribe, en San Juan, capital de Puerto Rico.

Leer más...

Cultura ambiental necesaria para proteger los recursos naturales

El ahorro de recursos naturales depende de la conciencia que adquiera la población y, mucho más, desde edades tempranas, sin desestimar la influencia a ejercer en su control por las ciencias económicas y contables.

Raúl, el ciclonero de siete campañas

Raúl Rodríguez Peña, es un liniero de Nuevitas que participó en la recuperación del servicio eléctrico en Santiago de Cuba, tras el paso del ciclón Sandy.

Movilizados hasta que los guantanameros tengan electricidad

Como vanguardia del contingente de trabajadores eléctricos que partió hacia Guantánamo, en esa región de oriente cubano se encontraban laborando desde horas antes en puntos de esa geografía oriental cinco brigadas de Camagüey.

Rigoberto Fabelo también sabe pintar, pero a diferencia de su hermano Roberto, toma por pincel el conocimiento y se desborda en ese lienzo otro que para él es cada comunidad cubana, donde no encuentra límites de marcos. 

El instante decisivo

Los mexicanos Eduardo “Lalo” Aguilera y Nelia Torres —quien también se sabe cubana con orgullo— tienen mucho en común, especialmente el gusto por captar el instante decisivo de la vida, como se les antoja cada revelación de una imagen, porque la fotografía en ellos tiene el sentido romántico y las nostalgias de los iniciados con la práctica analógica, aunque no desestiman la digital.