CAMAGÜEY.- Por la extraordinaria variedad de disciplinas en las que nuestros atletas han logrado subir a podios centroamericanos, panamericanos, mundiales y olímpicos, muchos especialistas llaman a Cuba “la Isla del deporte”.
La familia camagüeyana puede vanagloriarse de ser un bastión dentro de ese movimiento deportivo, en el top mundial desde la segunda mitad del siglo pasado.
Dentro de la enorme constelación de estrellas brillan cientos de mujeres que hicieron de la actividad física una vía de emancipación, empoderamiento y realización personal.
Camagüeyanas hay muchas, tantas que si intentáramos mencionarlas a todas, cometeríamos más de una injusticia por omisión o desconocimiento, pues no solo quienes han colgado medallas en sus cuellos merecen la reverencia.
Desde que el deporte salió de colegios y clubes privados para convertirse en derecho popular, no paran de descubrirse talentos en nuestra provincia. En ese proceso intervienen decenas de entrenadoras y profesoras, algunas con la categoría de leyenda, como Cándida Jiménez, madre del voleibol femenino agramontino.
Entre tanta joya valiosa nos atrevemos a seleccionar un podio de las más exitosas de la historia en nuestro territorio.
LA MORENA ESPECTACULAR
Foto: Otilio Rivero Delgado/ Adelante/ ArchivoEn el escalón más alto pondría a la poesía del voleibol: La Reina, Mireya Luis. Descubierta en uno de los rincones más intrincados del municipio de Vertientes, no tenía todas las dotes físicas para reinar sobre la net, pero dentro traía la chispa reservada para fenómenos como Maradona, Jordan, Isinbayeba o Polgar.
Casi 50 títulos individuales y colectivos cosechó la Luis al máximo nivel, incluyendo cinco coronas mundiales y tres olímpicas entre 1989 y 2000, década en la que comandó a las espectaculares Morenas del Caribe.
Tras su memorable retiro, Mireya ha ocupado diferentes cargos como federativa y en el Comité Olímpico Internacional. No ha nacido todavía una voleibolista tan dominante, capaz de retar las más altas torres defensivas con solo 1.75 metros de estatura.
El Inder la coloca entre los 100 mejores atletas criollos del siglo XX, y la prestigiosa cadena ESPN en el séptimo puesto del top 20 femenil de todos los tiempos.
LA FURIA DE AGRAMONTE
Foto: Leandro Pérez Pérez/Adelante/ArchivoEl segundo escaño se lo reservo a una dama de hierro con alma de beso, nunca mejor puesto el mote por la periodista Julita Osendi: La Furia de Agramonte.
Yipsi Moreno es un símbolo de cubanía, por su carácter, perseverancia y ejemplo.
Campeona centrocaribeña, continental y del orbe, pensaba que se retiraría sin tocar la máxima gloria, pero en 2016 la justicia le otorgó el oro en las Olimpíadas de Beijing 2008, tras descubrirse que la bielorusa Aksana Miankova lo había conseguido con ayuda del dopaje.
Si significativa fue su trayectoria en las pistas, tanto o más lo está siendo fuera de ellas, porque guía a una excelente generación como Comisionada Nacional de Atletismo y desde 2018 es miembro del Consejo de Estado de la República de Cuba. La misma firmeza que la distinguió en activo, la lleva al plano parlamentario para orgullo de sus coterráneos.
CAPITANA EFECTIVA Y ELEGANTE
Cierro el escalafón con otra bailarina de los tabloncillos, la chica que brilló como solista en la orquesta del profesor Eugenio George.
Foto: CubadebateYumilka Ruiz no guarda en su vitrina tantos galardones colectivos como Idalmis Gato, otra camagüeyana ilustre de aquellas morenas, pero supo sostener el báculo de Mireya como líder y capitana.
Tan efectiva como elegante, la Ruiz comandó a la última generación dorada en Sidney 2000 (ya había ganado en Atlanta ‘96) y los Panamericanos de Río ‘07.
Más de una docena de premios individuales en lides de alto rango cosechó en su carrera, principalmente en ataque y servicio.
Después de salir de las canchas, se ha desempeñado como miembro de la Comisión de Atletas del COI y colaboradora de las federaciones internacionales de voleibol y béisbol.
Este sería el cuadro de premiación, símbolo de cientos de mujeres de Camagüey que han dedicado su vida al deporte y de paso han regalado miles de alegrías al pueblo que las sigue. Ellas representan la altura que puede alcanzar una mujer, una atleta cubana, cuando la pasión impulsa su vuelo.