La tercera edad es fuente de enseñanzas y conocimientos para los más jóvenes. El paso de los almanaques trae consigo un sinfín de experiencias, aquellos que peinan canas a veces las callan, o simplemente no son escuchados por los fértiles brotes juveniles. En nuestras calles hay héroes en el anonimato con arrugas y cabellos plateados. Una de estas “abuelas” ejemplares es Hilda Hidalgo-Gato Mariano.

- ¿Cómo recuerda los años de rebeldía nacional hasta el triunfo de la Revolución?

- Yo nací el 4 de septiembre, el mismo día pero de diferentes años, en que Fulgencio Batista conspiró en el movimiento cívico- militar. Imagínate que Batista tenía hasta una bandera que ponía en los regimientos militares, la bandera del 4 de septiembre, y ese día se lanzaban voladores y fuegos artificiales. Como yo vivía cerca del regimiento militar Leoncio Vidal de Santa Clara, jamás me pudieron celebrar un cumpleaños porque a mi mamá no le gustaba que los vecinos pensaran que nosotros estábamos celebrando semejante fecha. A veces sintonizábamos (bajito) por la onda corta las transmisiones de Radio Rebelde desde la Sierra.

“Desde el asombro de un muchacho percibí la Batalla de Santa Clara, ese suceso nos sorprendió en casa de una tía, imagínate que el 28 de diciembre se casaban unos primos míos. Los casquitos tomaron posesión del punto más alto de la ciudad: el hoy hotel Santa Clara Libre y los rebeldes tomaron el hotel Modelo. Ya luego huyó Batista, y posteriormente pasó la caravana de la libertad por la ciudad.

“Con las transformaciones sociales, Fidel fundó los CDR. En mi casa residió el primer comité de mi cuadra, mi hermano era el presidente, para hacer las guardias usábamos un pito, que sonaba terriblemente. Recuerdo un mensaje que algún traidor nos dejó en la cuadra: Solo lo podrido engendra gusanos, pero no nos amedrentamos”.

- ¿Se insertó a estas transformaciones sociales?

- Claro. Me incorporé a las Milicias Nacionales Revolucionarias y a la Asociación de Jóvenes Rebeldes, en las vacaciones me incorporaba a las escuelas militares, también comenzaron los primeros trabajos voluntarios, hasta algodón recolecté. Participé en la Campaña de Alfabetización. Las clases cesaron para que nadie se atrasara y se hizo el llamado. A mí me mandaron para Ranchuelo. Me dieron dos uniformes, un quinqué y los manuales, con eso simplemente hacíamos Revolución. Alfabeticé a 5 personas, todas mayores que yo, ellos estaban muy interesados: esa es la nueva escuela. La campaña tenía dos objetivos fundamentales: eliminar el analfabetismo y brindar lecciones sobre la política de la Revolución. Creo que fue una escuela para mí también. El curso terminaba con las cartas que los alfabetizados le hacían a Fidel. Al cabo de los años recibimos las medallas por ser alfabetizadores.

- ¿Cómo matriculó en la universidad?

- Al concluir la campaña el gobierno revolucionario elaboró un plan de becas para los alfabetizadores: politécnicos, maestros, etc. A mí me interesó la beca de nivelación para incorporarme a una carrera universitaria, era como un bachillerato abreviado. Allí me sorprendió la Crisis de Octubre. Se formaron batallones y estuvimos al borde de una tercera guerra mundial.

“En mi familia se esperaba que yo fuera maestra, maestra normalista como se llamaba en aquella época, para que aportara económicamente a la familia, para que mi hermano se pudiera graduar de Doctor en Medicina, pero luego ingresé en la Universidad Central de Las Villas Martha Abreu, en la carrera Ingeniería Eléctrica. Yo había decidido estudiar una carrera técnica, la verdad es que el país necesitaba técnicos e ingenieros por el éxodo tan grande de profesionales de esta rama, en aquella época no había Formación Vocacional como ahora, pero no me llevaba bien con el dibujo técnico de la Mecánica y menos con la Química. En tercer año de la carrera me definí por especializarme en Energía”.

- El dúo musical Buena Fe afirmó en uno de sus temas que “al Alma Máter se le debe una deidad”. ¿Cómo recuerda sus años universitarios?

- La universidad de aquellos tiempos no era igual que la de ahora. Cambiaban muchos los planes de estudios y de evaluación. Había mucha falta de profesores: los estudiantes de 5to año asumieron la docencia de los primeros años. Estábamos inmersos en miles de procesos y transformaciones.

“En las asignaturas, disfrutaba los Sistemas de Energía, la Hidráulica, el Diseño de Sistemas; no me gustaba la Electrónica pura. Recuerdo mucho al profesor José Antonio González Cueto, era un profesor joven, muy bueno docentemente, mucho de lo que él me enseñó me fue útil después de graduada. Siempre se estudiaba mucho, hasta altas horas de la noche.

“Estaba asociada a la extensión universitaria, allí tuve la oportunidad de atender a Andrián Nikoláyev, el tercer cosmonauta soviético en viajar al espacio. También recuerdo que la universidad organizó un baile gigantesco con Benny Moré; aquello fue fenomenal, pues cerraron los alrededores del Parque Vidal.

“La verdad es que el nivel educativo era muy alto y riguroso, muchos quedaron en el camino, otros se trasladaron al recién inaugurado ITM de La Habana, pero yo permanecí en la misma universidad. Así fue como me gradué, con mucho sacrificio de por medio, convirtiéndome así en la primera mujer graduada de Ingeniería Eléctrica en la Universidad Central de Las Villas”.

- Resulta un gran honor ser la primera fémina graduada de Ingeniería Eléctrica de la UCLV. ¿Eso la comprometió más con tu profesión y con la superación profesional? ¿Qué hizo Hilda al graduarse?

- Cuando me gradué me ubicaron por el MINAZ en el central Agramonte, en Florida, Camagüey. En aquel momento no era común ver una mujer técnica, vestida con botas y camisas de trabajo, lidié con miradas recelosas, pero nada de eso me frenó.

“Durante ese tiempo recibí diversos cursos de superación en la capital, en el MINAZ. Después de trabajar en el central fui promovida a la Delegación Provincial de ese organismo con la asesoría de especialistas soviéticos. Yo trabajaba en el mantenimiento, cuando un central se rompía, imagínate con los pocos ingenieros disponibles, había que correr a arreglar la avería, eran tiempos de sacrificios. Luego me trasladé al departamento de Proyectos, necesarios para modernizar la industria azucarera, pues los centrales tenían técnicas de principios de siglo y eran ineficientes.

“Yo viví la zafra de los Diez Millones, con grandes contratiempos en el central Agramonte, y entre desesperos y esfuerzos descomunales salimos del bache en Florida, y seguimos moliendo. Aunque el plan no se cumplió fue una proeza laboral digna de reconocimiento de todo el país.

“Para 1982, conseguí el traslado a la Empresa Eléctrica de Camagüey, para cumplir un deseo de mi época estudiantil: el trabajo con los Sistemas de energía y distribución. En el Departamento de Líneas, viví la satisfacción de llevar la electricidad a comunidades sin servicio, en especial el caserío Las Casimbas en Najasa. Ahí trabajé por más de 20 años, hasta que me jubilé en el 2010, cuando tenía 64 años. Creo que hay que darle paso a la juventud pujante, no tenía la energía para corretear por los campos. Actualmente tengo 73 años, vivo con mi hija y mis nietas”.

Si hoy las comunidades intrincadas de la llanura camagüeyana tienen fluido eléctrico para iluminar sus noches, es en gran medida gracias al intelecto y la fidelidad de Hilda. Si hay cinco cubanos más alfabetizados en el centro del país, es gracias a la conciencia de Hilda y de otros grandes que como ella, pensaron en el prójimo antes de en sí mismos. Si hoy, esta estudiante de Periodismo puede escribir estas humildes líneas, es porque Hilda heredó los conocimientos de Faraday, Volta y Ampére y los puso a disposición del pueblo camagüeyano que la hizo suya. La grandeza de Hilda es ser una mujer “eléctrica”.

Clara Danger Cleger - 27 January 21 10:08AM Denunciar
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ZETIMY

Ayer comentaba la hermosa historia de vida de esta mambisa cubana, conmueve y lleva a querer imitar tan hermosa posición revolucionaria familiar y particular, eso es lo que ha permitido que Cuba se mantenga de ejemplo mundial, por la grandeza de Hilda la primera mujer “eléctrica” y por tantas otras que muestran nuestra estirpe.en la que están presente Mariana, Celia Vilma y tantas otras como las que integran el Ejército de "Batas Blancas" eso nos demuestra que: #Fidelvive que somos una muestra de #FuerzaCuba, que #Martíestaentrenosotros #VivaCubaporqueCubaestaViva.

#Zeti #Azucareros  #JuntosPodemos #ZETIUnaGranEmpresa  #TodoPorLaRevolución

Franz - 21 January 21 7:08PM Denunciar
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Nuestro Reconocimiento a esta mujer cubana por su aporte al desarrollo del país.

Mayiz - 21 January 21 4:18PM Denunciar
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Que historia mas bonita, que tarea habra que la mujer no haga y mas la mujer cubana.

Zuly - 19 January 21 10:48AM Denunciar
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Excelente esta historia de vida, ejemplo de mujer trabajadora y superación profesional, todo un privilegio que la provincia de Camagüey cuente con su presencia y su vida y su historia. #Azucareros

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