CAMAGÜEY.- El presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez en un encuentro con los gobernadores de todo el país y el intendente de la Isla de La Juventud, mediante videoconferencia, abordó el tema de los precios, ante el incremento desmedido del valor de varios productos, un asunto que da lugar a múltiples comentarios de la población, inconforme con la exacerbación de los importes de los productos agrícolas, sin que medie la autorización para ese desenfrenado actuar de carretilleros y de quienes no lo son y se ocultan tras bambalinas en el interior de la casa como “portentosos” negociantes.
La indicación es que los órganos de control con los que cuenta el Estado actúen como se viene haciendo en Camagüey por un grupo multidisciplinario y que el pueblo denuncie a los transgresores que se burlan y llegan a decir: "si quiere lo compra o lo deja, siempre alguien lo llevará". Muchos a veces lo hacen incluso en un tono desagradable que no debe primar en el trato con el público.
A juicio de este periodista para que el fenómeno se frene en seco y las fisuras no sigan presentes, debe implementarse para los expendedores de productos el requisito inviolable de mostrar las facturas de la entidad donde los adquirió, por si hay que "plantar" con esa contraparte en caso de que sea responsabilidad suya los abusivos precios actuales de venta al pueblo.
Hemos hablado en otras ocasiones de la libra de tomate, a cincuenta, cuarenta y treinta pesos; de la malanga a veinte, la libra de platanito fruta a diez –y hasta doce- , el boniato a diez y sin beneficiar, llenos de tierra, que además aumenta el peso. La más reciente queja la ha provocado la “comercialización” de un mazo de acelga a ocho pesos y de habichuela quince. Increíble, pero cierto.
En el enfrentamiento a esta desagradable situación existen acciones en marcha, según explicó en el mencionado encuentro Meisi Bolaños Weiss, ministra de Finanzas y Precios, y otras que se pondrán en vigor próximamente.
Dos palabras claves empleó el Primer Ministro, Manuel Marrero durante su intervención: actuar con coherencia y rigor, a lo que sumó la necesidad de enrolar en esta batalla al pueblo.
Fueron esclarecedoras y convincentes las palabras de Díaz-Canel, de que este tema tiene impacto en la circulación mercantil minorista, en el equilibrio y saneamiento financieros y también en la población, la que se suma ahora uno de los retos más complejos en la tarea ordenamiento.
A la idea anterior añadió: “La batalla con los precios es para que no haya ilegalidades, para que sean los adecuados y no haya desbalance, y subrayó: “La premisa es que no se pueden permitir precios abusivos y especulativos, y lo primero que hay que discutir con los que en estos momentos están subiendo los precios es por qué lo están haciendo.”
Camagüey va acumulando una experiencia en este sentido y la reforzará en próximos días, de modo de que todos los involucrados se sientan apercibidos de las reglas del juego, del rigor de las multas, del comiso y otras medidas.
Los especuladores y revendedores deben tener claridad, como lo ha manifestado el Presidente de la República, de que “no le hemos subido impuesto a nadie, seguimos ofreciendo Salud y Educación gratuitas para todos y hemos tenido un gasto social tremendo para proteger a la población en medio de la COVID-19. Entonces, ¿bajo qué concepto un cuentapropia o incluso una entidad estatal se aparece ahora con que está subiendo los precios?, cuestionó el Jefe de Estado.
El enfrentamiento a este fenómeno tiene que ser riguroso, actuando correctamente, de manera ágil y profesional, sin permitir componenda ni corrupción, y con sanciones que sean severas y ejemplarizantes, insistió. Asimismo, llamó a que sea transparente la gestión de precios y darlos a conocer por todos los medios de comunicación, para que la población sepa cuáles son y pueda accionar ante su violación.
Asociado a este tema, el presidente de la República se refirió de manera particular a la tarea ordenamiento, un asunto complejo, pero inevitable en el actual escenario, del cual todo el mundo tiene que ser responsable y se tiene que sentir parte, porque es algo que estamos haciendo para ordenar la economía del país en función de todos. Este es un problema de todos, del sector estatal y del no estatal; es un problema del pueblo, del país, y defenderlo es pensar como país, valoró Díaz Canel. De ahí su insistencia en que requiere de una atención y un aseguramiento al detalle.