CAMAGÜEY.- Desde el lunes 13 de abril, cuando se decretó vigilancia epidemiológica reforzada en 63 manzanas de la ciudad, el personal del policlínico comunitario docente Joaquín de Agüero intensificó las alertas y el trabajo de prevención.

Diez casos positivos a la COVID-19 se confirmaron en los tres consejos populares que atienden, Buenos Aires - Bella Vista, Edén- Juruquey y Vigía – Florat. En esos lugares existe hoy una restricción y limitación de los movimientos, aunque todavía no se puede hablar de una cuarentena.

“Atendemos a una población de más de 50 000 habitantes y abarcamos incluso cuatro zonas rurales. Por suerte solo se han comprobado contagios con los nexos más cercanos de familiaridad y no existe una dispersión mayor, lo que complicaría el panorama”, explicó el Dr. Onesys Formentín Sotolongo director de esta área de salud.

El directivo añadió que tienen diseñado tres equipos de respuesta rápido para, mediante pesquisas, evaluar los casos de infección respiratoria y definir su aislamiento o ingreso domiciliario. Todo ello con énfasis en los consultorios 34 y 27, los de mayor incidencia en cuanto a transmisión.

“Contamos además con una consulta técnico especializada para el tratamiento de las infecciones respiratorias, donde un grupo de profesionales determina el diagnóstico y seguimiento en cada caso”.

La detección temprana de los grupos de mayor riesgo es posible en buena parte al trabajo de estudiantes y profesores de la universidad de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay. Distribuidos en dúos o tríos y con zonas fijas, los futuros médicos pesquisan entre 10 000 y 13 000 personas diarias.

“En estos momentos tenemos alrededor de 156 alumnos y la asistencia es un punto muy importante. Tienen conciencia de su labor y la cumplen correctamente siempre cuidándose ellos mismos. Los resultados de su entrega se ven reflejados en el control de cada área de salud”, dijo Julia de la Caridad Pérez García, profesora auxiliar de Ciencias Médicas.