CAMAGÜEY.- Los resultados de Camagüey en la producción de alimentos y en el cumplimiento de los planes económicos que sustentan los ingresos al presupuesto no fueron halagüeños en el 2019 teniendo en cuenta múltiples potencialidades aún desaprovechadas. Así lo valoró el primer pleno de este año del Comité Provincial del Partido, presidido por Ariel Santana Santiesteban, integrante del Comité Central y primer secretario en el territorio.

El común denominador de los incumplimientos radica en la falta de control y de exigencia en la base, allí donde todavía no se consolidan los sistemas de trabajo que funcionan de la provincia al municipio, y también donde se deciden el plátano y la yuca que faltan en los platos de los camagüeyanos, la prestación de servicios, la recaudación de tributos y la aplicación de cuanta medida de ahorro ayude a “estirar” los pocos recursos disponibles.

Toca, por tanto, a los cuadros y a los núcleos del Partido exigir porque las autoridades locales y los dirigentes de empresas y organismos cumplan sus responsabilidades, analicen a diario los resultados económicos, se vinculen más con los trabajadores y las comunidades, que las secciones sindicales den seguimiento a los planes que en estos meses discuten y aprueban. “No se pueden permitir incumplimientos ni justificaciones, ni que haya cuadros que no se enfoquen hacia las prioridades”, dijo Ariel Santana.

La comida del pueblo centró la mayor parte del análisis. Que la siembra de cultivos varios y su cosecha cerraran por debajo del 80 % de lo planificado no se debe únicamente a las restricciones de combustible o fertilizantes. En una provincia que cuenta solo con poco más de 3 000 yuntas de bueyes, no se aprovechan bioproductos obtenidos aquí mismo, ni se contrata la totalidad de las producciones, es evidente que las delegaciones municipales de la Agricultura tienen que elevar la atención a las unidades.

Según reafirmaron varios de los asistentes, resulta inadmisible que mientras algunos productores “arañan” buchitos de agua para sus plantaciones, haya quienes desaprovechen esa bondad tan escasa en un territorio donde solo el 8% del área cultivable posee riego; o que muchos aún esperen por tractores, cuando otros aportan lo comprometido realizando todas las labores con tracción animal.

Ello lo confirmaron dos Omar (Fernández, de Minas, y Pérez, de Camagüey) y dos Jorge (Viera, de la Circunvalación del municipio cabecera, y García, de Guáimaro) campesinos invitados al Pleno por sus resultados y este último, además, miembro no profesional del Buró Provincial. Desde sus experiencias, hay posibilidades de diversificar obtenciones y destinarlas por completo a los mecanismos estatales de comercialización para que lleguen al pueblo; he ahí su manera de salvar la Revolución.

Como ellos hay muchos buenos “allá abajo”, dispuestos a mayores entregas. “El acompañamiento y el reconocimiento a lo que hacen en medio de difíciles condiciones es la manera de comprometerlos”, sostuvo el Primer Secretario.

Respecto a los indicadores económicos negativos del 2019, la gobernadora Yoseily Góngora López, lejos de ofrecer explicaciones, informó de un mayor rigor semanal de los organismos responsables a cada localidad y cada empresa. Señaló que los directores deben ser los primeros economistas y contadores de su entidad, y los gobiernos asignar cada recurso a donde rinda mayores frutos y beneficie los servicios a la población.

El proceso de balance del Partido iniciará sus debates municipales en el mes de abril. La economía local, con énfasis en la obtención de alimentos, centrará las proyecciones de esa vanguardia política, consciente, como afirmó Santana Santiesteban de que las reservas en el orden humano son muchas más que los recursos que nos faltan.