CAMAGÜEY.- El Ballet de Camagüey reanudó este fin de semana las presentaciones de Drácula en el Teatro Principal, como parte de la Jornada de la Cultura Cubana. Sin embargo, la función del domingo debió suspenderse debido a las persistentes lluvias por una vaguada sobre el territorio.
La pieza, coreografía de Norbe Risco bajo la dirección general de Regina María Balaguer, regresó a escena tras su estreno en el verano. Drácula supone una de las producciones más complejas del repertorio reciente de la compañía, tanto por la magnitud de su escenografía como por el enfoque interpretativo que demanda.
Más allá de la técnica del ballet clásico, la obra apela al lenguaje corporal con fuerte acento teatral, lo que exige a los bailarines sostener el dramatismo de la trama y una gestualidad cercana a la actuación. El montaje implica un notable trabajo escénico que combina iluminación, efectos y ambientación sonora para recrear el universo de la novela de Bram Stoker.
En la función del sábado, el papel protagónico del Conde recayó en Iradiel Rodríguez, acompañado por otras figuras como Idalenis Martínez, Javier Ramírez, Grettel Martinez y un elenco joven que asume los desafíos de una puesta donde la danza y la interpretación se entrelazan para sostener la narrativa.
La compañía viajará esta semana a Bayamo, invitada a la Fiesta de la Cubanía, donde presentará Drácula el 19 de octubre y un programa concierto al día siguiente, con obras del Premio Nacional de Danza José Antonio Chávez.
Tras su regreso, dedicará sus funciones de los días 25 y 26 de octubre en el Teatro Principal al homenaje por los 55 años de vida artística del maestro Chávez, figura esencial en la historia de la agrupación y referente de la danza cubana.
Así, entre el rigor artístico y las circunstancias del momento, el Ballet de Camagüey insiste con su presencia en la escena nacional, y apuesta por un repertorio que dialoga con la teatralidad y la tradición de la escuela cubana de ballet.
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