CAMAGÜEY.- Leonardo Leinier Galván Cancio tiene 11 años de edad, es un niño precioso que cursa el sexto grado. Es muy querido y cuidado por su familia; sin embargo, el coronavirus SARS-CoV-2 que provoca la COVID-19 encontró algún resquicio y lo enfermó.

Su madre, Yunilexis Cancio Cabrera, nos dijo: “Mi hija es estudiante de Enfermería y hacía sus labores de pesquisaje, ella fue la primera en contagiarse, pero no sabemos dónde ocurrió.

“Al sentirse los primeros síntomas, muy leves, fue al médico de familia y la chequearon. Cuando se confirmó su contagio nos visitaron y nos ingresaron en un centro destinado al efecto al papá, al niño y a mí por ser sus contactos. El niño y yo dimos negativos al primer PCR y nos mandaron para la casa, pero al quinto día, vinieron de nuevo y nos realizaron otro por si acaso estábamos incubando la enfermedad y fue cuando Leonardo dio positivo, nos mandaron para el hospital militar Octavio de la Concepción y de la Pedraja a los dos porque él es menor de edad”.

La preocupación del personal de la Salud radicaba, fundamentalmente, en que el niño es cardiópata y presenta otras dolencias, cuestiones que lo hacían más vulnerable; no obstante, recibió su tratamiento sin complicaciones hasta que fue dado de alta hospitalaria.

“En ese hospital la atención fue maravillosa, nos chequeaban mediante análisis o Rayos X cuantas veces hacía falta, al niño le aplicaron antibiótico en vena. Cuando él estuvo negativo entonces yo resulté positiva, por lo que regresó para la casa con su papá. Siempre estuvimos sin presentar síntomas”.

El proceso de esta familia, que comenzó el 6 de marzo último, tuvo una duración de casi un mes.

CONSULTA DE SEGUIMIENTO…

La familia ya está en casa y vuelven a la vida normal, aunque con extremos cuidados, mas Leonardo Leinier es chequeado una vez al mes por médicos pediatras especializados en respiratorias, cardiología, fisiatría, psicología…, y todos los que necesite en un momento determinado.

Yunilexis expresó sentirse segura y apoyada, más aún por las enfermedades crónicas que padece el niño, quienhasta el momento marcha bien. “Lo chequean, le hacen electrocardiogramas, ecocardiogramas, en fin, todo lo que requiere y aunque no tengo ni idea de cuánto le cuesta todo esto al Estado, debo agregar la transportación mientras estuvimos enfermos y siempre acompañados por un médico y una enfermera.

“Trabajo en la tienda Zona+ de Cimex, pero me acogí a la protección de cobrar el 60 % del salario para estar con mi hijo, tenemos que seguirnos cuidando para evitar otro contagio”, comentó.

La Dra.Yamina Teresa Rivero Fernández, especialista en Pediatría, y del servicio de respiratorias del hospital pediátrico Eduardo Agramonte Piña, una de las expertas que lleva la consulta de seguimiento, además de que hace más de un año evalúa a los niños positivos de  COVID-19 en el Hospital Militar, como apoyo y asesoría a los pediatras que se mantienen en Zona Roja.

La también Máster en Infectología y Profesora Asistente de la Universidad de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay, de Camagüey, llama la atención acerca del incremento de casos de menores de edad positivos: “Estamos enfrascados en dar una mejor calidad de vida a nuestros niños, pero es esencial la ayuda de los padres y de la familia, no es posible continuar con los menores de un año contagiados, ellos no tienen que interactuar con el medio, deben estar cuidados en sus hogares y sin recibir visitas”.

La consulta provincial para la recuperación de pacientes que padecieron la COVID-19 fue instituida desde el pasado año con ese equipo multidisciplinario. Cuando el niño se recupera y le dan de alta del hospital, es ingresado en el hogar y seguido por su médico de familia y el pediatra que le corresponde. Si no enfrenta problema alguno recibe el alta a los 15 días. También son valorados por psicopedagogos y psicólogos en sus áreas de Salud, y después pasan por esta consulta.

“Hasta la fecha, aseguró la especialista, no hemos detectado secuelas respiratorias, pero no debemos descuidarnos, pues una de las enfermedades asociadas más comunes en los niños ha sido el asma bronquial. Dentro de las principales consecuencias dejadas por el SARS-CoV-2 en infantes camagüeyanos tenemos las psicológicas, como son: trastornos de conducta y del sueño, ansiedad, intranquilidad y falta de concentración”.

CIFRAS NECESARIAS

En la primera etapa de la pandemia en la provincia de Camagüey, desde marzo a julio del pasado año, fueron atendidos 19 menores de edad; de ellos solo siete de la provincia de Camagüey, dos extranjeros y los restantes de Ciego de Ávila, según dio a conocer la Dra. Yamina.

Mientras, en los períodos siguientes los números han aumentado en este grupo de edades. Pese a que los resultados han sido satisfactorios no han faltado casos con lesiones inflamatorias con bronconeumonías asociadas, incluso, cardiópatas, epilépticos u otras afecciones.

Durante el año 2021 más de 450 niños camagüeyanos han sido confirmados con la COVID-19.

“En el ‘Militar’ tenemos ingresados casi 40 niños, y otros en varias unidades asistenciales, por lo que son muchos los pediatras en Zona Roja, al pie de esos pacientes, explicó la especialista.

“A medida que pasan los meses, abundó, crece el número de niños diagnosticados, algo muy lamentable y preocupante. En mayo fueron atendidos 75 niños; 40 varones para el 53 %, y 35 niñas, para el 27 %. Menores de un año, son cuatro. Como puede apreciarse estos tiempos no se parecen a la primera etapa y para mal.

“La población debe estar clara de que el niño puede complicarse. Es falso eso de que no se complicará, estamos ante una enfermedad muy desconocida aún y no lo sabemos todo. Los adolescentes conforman un grupo etario irreverente, pero igual tenemos que cuidarlos. En el mundo se han reportado muertes en edades pediátricas debido a la COVID-19. En Camagüey solo hemos tenido dos pacientes graves, uno que padece de parálisis cerebral infantil y una lactante, ambos de Ciego de Ávila, que regresaron a sus hogares gracias a los avezados pediatras con que contamos y al tratamiento oportuno”.

Desde enero a marzo de este año atendieron 360 niños confirmados, y entre ellos muchos resultaron diagnosticados debido a la verificación de los llamados sospechosos.

MEDIDAS A TENER EN CUENTA SIEMPRE

Además de las medidas orientadas cada día por diferentes medios, la Dra. Rivero Fernández enfatizó:

“Los niños nunca se besan en la carita porque la flora que tienen las personas nunca es igual a la del bebé. Eso lo decimos siempre los especialistas en las vías respiratorias, no solo al enfrentar esta enfermedad, porque lo normal para un mayor de edad puede significar mucho en contra de ese niño y hasta llegar a ser grave.

“Debemos reconocer que estábamos haciendo mal las cosas. Hay que cuidarse, tener higiene, lavarse las manos y dejar de ser tan especiales en eso del cariño, hay que suspender los besos y ello no significa que dejemos de querer, todo lo contrario, así los queremos más.

“Luchamos porque nuestros niños estén bien, y hay muchos con enfermedades de base que pueden comprometer sus vidas si son contagiados, por lo que hay que evitarlo. No podemos darnos el lujo de andar en las calles con ellos, que son inocentes, no es justo.

“Se ha contado con los medicamentos y con las acciones precisas ante cada caso, pero no podemos olvidar que el peligro mayor radica en que cada individuo responde con su sistema inmunológico de manera diferente y más aún ante la presencia de comorbilidades. Sépase que entre los pequeños hay obesos, hipertensos, epilépticos, cardiópatas, nefrópatas, por solo mencionar algunas, y todo esto puede complicarlo y se elevan las posibilidades de morir.

“La familia ha respondido muy bien a esta consulta de seguimiento y si el niño no presenta secuela alguna lo retornamos a su área de Salud”, puntualizó.

PREVENIR, LA MEJOR VACUNA

Yunilexis está convencida de que lo fundamental es evitar el contagio de los niños. “Hay que seguir al pie de la letra las medidas orientadas, que anden en las calles lo menos posible. Me quise morir cuando supe que mi niño estaba contagiado, no es fácil pasar por esto, solo lo sabe quien lo sufre”, reiteró.

Acerca la vacunación contra la COVID-19 Yunilexis fue precisa: “Nos la pondremos todos en casa en cuanto nos digan, nosotros confiamos. Gracias al esquema de vacunación en nuestro país se han erradicado muchas enfermedades mortales”.

Leonardo Leinier con sus cortos años comentó: “Me atendieron bien, no me sentía nada y ahora me siento bien. Sigo las clases, las copio todos los días, estoy en la escuela Renato Guitart. Recomiendo a los demás niños que no salgan de sus casas, que se pongan el nasobuco siempre, se laven las manos y les hagan caso a sus padres”.