CAMAGÜEY.- Relegar a un segundo plano el papel vital de las estadísticas es como entorpecer las arterias que conducen la sangre al corazón y crear conflictos en el ser humano. De igual modo ocurre cuando se silencia esta ciencia, encargada de la recopilación y análisis de datos, herramienta muy útil y poderosa para los políticos y gobernantes de cualquier nación.
Bajo este prisma, Julio Rodríguez Rodríguez, por muchos años delegado de la Oficina de Estadísticas en la provincia, valoró la contribución personal y de sus trabajadores de tratar de llevar al pie la letra la encomienda de la institución.
Graduado en 1975 de Licenciado en Economía en la Universidad Central Marta Abreu, de Santa Clara, vio las puertas abiertas al otorgarse en 1976 la posibilidad de un entrenamiento de la especialidad en la Universidad de Costa Rica, donde se enamoró por siempre de la magia de los números. El Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade), desde 1997 es la División de Población de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En Camagüey, poco tiempo después de permanecer trabajando en ese frente en la delegación de la Agricultura, transitó por las diferentes estructuras adoptadas hasta convertirse finalmente en Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
“De la estadística depende la planificación para trazar las pautas de la economía del país, tanto para la producción, como de los recursos generales y financieros sobre todo, es de donde se toman los elementos para tener las condiciones y ver el futuro”.
En ocasiones escuchamos empresas que incumplen, en tiempo y forma, la entrega de la información estadística e indagamos con Julio en las razones.
“A veces por incomprensión, pero también hay problemas con el personal que fluctúa mucho y no siempre se tiene a tiempo la capacitación suficiente”.
Cuando le preguntamos las cualidades de una persona dedicada a las estadísticas, no dudó en afirmar: “En primer lugar, que la conozca, esté capacitado, sea veraz y cumpla las expectativas, que los números que pasen por sus manos sean reales, no ofrezcan errores ni tengan distorsiones”.
Julio, jubilado ya, no deja de dar sus vueltas por las oficinas radicadas en la Avenida de la Libertad, de la ciudad de Camagüey, apoyar en lo posible a la nueva dirección y compartir con el personal del área de demografía que es lo que más ama en la especialidad.
Con profundo orgullo explica que tuvo el honor de participar en cuatro censos de población y vivienda, realizados por la Revolución, incluido el primero en 1970 como técnico analista de la oficina provincial.
“El censo es el trabajo estadístico más importante y completo de un país, que requiere no solamente dedicación y esfuerzo de todo tipo, sino, además, recursos financieros, laborales y personal que se capacita para poder cumplir con su ejecución”.
Las matemáticas, la economía y la estadística son tres disciplinas que, según Ludwig Wittgenstein, matemático, lingüista y filósofo austriaco, tienen un aire de familia, pero sus objetos de estudio abarcan ámbitos diferentes, son campos interrelacionados, con sinergia entre los estudios de las tres ciencias.
Desde el 20 de octubre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió designar el 20 de octubre como Día Mundial de la Estadística, con una frecuencia quinquenal, mientras en Cuba se celebra anualmente cada 6 de septiembre el Día del Trabajador Estadístico, por coincidir con el primer censo de población y vivienda realizado por la Revolución en 1970.