CAMAGÜEY.- En el campo el trabajo es duro, sacrificado. Quizá por eso la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas vio la necesidad de instituir el Día Internacional de la Mujer Rural, y darles el reconocimiento que merecen por su contribución en el desarrollo rural y agrícola, la erradicación de la pobreza y la mejora en la seguridad alimentaria.
Cuando en otros países tal vez la fecha haya sido un motivo para reclamar el derecho de las féminas a la tierra, al trabajo… en Cuba se torna día de celebración. En nuestra provincia fue Vertientes el municipio escogido para tales fines.
El primer reconocimiento aconteció en los surcos de la CPA 13 de Marzo, donde representantes de todo el territorio protagonizaron un trabajo productivo desde horas tempranas. Luego se hizo extensivo a las familias, que bajo la guía de la mujer, se destacan en la producción de alimentos para el pueblo.
UNA VIDA POR LA TIERRA
Foto: De la autoraA la tierra se ha dedicado desde los 16 años Ana Julia Redondo Estévez.
“He tenido otras oportunidades de trabajo y no me he ido. Todavía hay personas que se asombran cuando me ven aquí, y es que no entienden que me gusta”.
Ella fue presidenta de su cooperativa y de la organización de base por 18 años y alcanzó la condición de Vanguardia Nacional. “En las labores agrícolas hago de todo, ¡lo que haya que hacer! He ocupado diferentes funciones y no le tengo miedo al trabajo. Cuando tuve a mi primer hijo ni siquiera daban licencia de maternidad y con el segundo ya a los tres meses tenía que llevármelo conmigo, lo ponía en el coi y todo el que pasaba lo movía o le ponía el teto”.
–¿Ve el reflejo de su labor en la cooperativa?
–Bueno, desde hace unos años los resultados económicos no son los esperados, ahora han mejorado. Nuestro objeto social es el cultivo de arroz, pero hace cuatro años no nos dan paquete tecnológico y eso influye en que no tengamos resultados satisfactorios, porque además, las siembras se han visto afectadas porque hay muchas plagas.
DE CUNA GANADERA
“Me gusta el campo. Nací en una finca. Mi papá y mis hermanos son ganaderos”, dice con orgullo Bárbara Leticia Mendoza Morales, presidenta de la organización de base de la CCS Reynaldo León Llera y su mejor productora de arroz, aunque… “Estoy solicitando agregos de tierra para dedicarlos a la ganadería, porque es lo que sé desde que nací, vivo entre vacas y caballos”.
Sobre los resultados de su cooperativa comenta: “Estamos en el movimiento del millón ?de litros? de leche –aunque este año no vamos a llegar– y en el de los 6 000 quintales de arroz, tenemos alta producción de carnes vacuna y porcina, cultivos varios, apicultura. Somos bastante integrales, estamos entre las más fuertes del municipio”.
–¿Cómo combina sus responsabilidades con la producción?
–Imagínate, trabajo directo con los asociados, que son 252. Visito sus fincas, estoy al tanto de sus problemas y trato de que puedan solucionarlos a través de los diferentes organismos, según el caso. Por otra parte, mi hermano me ayuda en la siembra, que es una vez al año, pero tengo que estar dándole vueltas y a eso súmale las labores de la casa.
Como ella, destacó la labor de las 61 mujeres que se encuentran directo a la producción en el campo e integran la brigada FMC-ANAP y sus 29 jóvenes; pues todos juntos hacen posible los resultados que la enorgullecen.
–¿Sacrificios?
–Primero tiene que gustarte, ¡lleva mucho sacrificio!, pero el trabajo da recompensas, además, es importante para el país. El Estado paga las producciones (que van directo para Acopio) a buenos precios.
CAÑERA, Y APUESTA POR MÁS
El actual escenario económico ha cambiado el panorama también para la CPA 2 de Diciembre, de la cual Niurka Verdecia Guerrero es presidenta de la organización de base.
“La cooperativa es cañera, pero nos vinculamos a la producción de alimentos para el pueblo y los cooperativistas. Nos enfrascamos en la siembra de una caballería de plátano y en el módulo pecuario para la producción de carne, tanto ovina, porcina, como avícola”.
–¿Qué estrategias han seguido para enfrentar la situación que atraviesa el país?
–Compramos los cerdos de capa oscura en sustitución de los blancos, porque no entra pienso, y estos son más resistentes y asimilan mejor la comida que con la siembra les podemos proporcionar, y también potenciamos los cultivos de ciclo corto. El objetivo es lograr la autonomía del municipio y cumplir con los encargos, a los cuales se sumó la comercialización en una placita que beneficia a la comunidad de Tejón.
–¿Cuáles beneficios tienen los cooperativistas?
– La ventaja es que no tienes que buscar casi nada fuera de las unidades. La comida siempre aparece, el problema para el pueblo está en los carretilleros, que luego la revenden.
–¿Te apoyan en tu misión?, pues también eres delegada.
–Sí, cuento con el apoyo incondicional de mi familia y de mi hija, que es mi horcón y participa conmigo en todas las actividades, las reuniones. Gracias a ellos puedo dedicar tanto tiempo al trabajo, que a veces no deja espacio para nada más.