CAMAGÜEY.- Con mobiliario y lampistería en la tienda El Encanto, de esta ciudad, comenzó la recaudación de moneda libremente convertible (MLC) para artesanos, por la alianza de la Corporación Cimex y el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC).
La venta comenzó en febrero y crece la expectativa de las partes involucradas en el negocio, a pesar de las limitaciones de movilidad en un territorio que lleva dos meses con transmisión autóctona de la COVID-19.
“Ha tenido muy buena aceptación de la población. Todavía es incipiente el proyecto, y la intención muy buena. Comenzamos en El Encanto en MLC, pero nos vamos a extender a otras tiendas y además a incorporar en pesos cubanos (CUP)”, afirmó Lourdes Torres Luaces, gerente comercial de la sucursal de Cimex en Camagüey.
William Fernández Valentí, pertenece al FBCB desde 1989, participa con uno de sus productos estrella: puertas de madera resistente a insectos y duraderas en condiciones de intemperie. Hay de diferentes tamaños y el precio promedio ronda los 530 MLC.
“Estamos necesitados de importar. Se nos dificulta comprar materia prima como clavos y pintura. Esta es una vía de adquisición de la moneda para poder importar, porque el Banco no me vende ni me cambia divisa y yo no tengo de dónde sacarla”, explicó Fernández Valentí.
Alberto Cabalé, de una familia reconocida y premiada en ferias internacionales, también considera válida esta oportunidad de recaudación en función del aprovisionamiento de materia prima con empresas nacionales o extranjeras.
“En la primera semana se vendió un juego de sala y varias sillas. Ofertamos diferentes modelos de muebles. Estábamos acostumbrados a trabajar para que los productos salieran en ferias o encargos de los hoteles para ambientaciones específicas. Con nuestros diseños nos enfocamos al público nacional”, contó Cabalé.
Uno de los muebles tapizados cuesta 816.48 MLC y cada silla blanca vale 103.68 MLC. “Empezamos con un listado de precios que ya tenía el Cimex de cómo había vendido productos similares, por ahí nos guiamos para sacar la ficha de costo y aplicar el menor margen posible para un producto competitivo”, precisó Cabalé, en quien se evidencia la posibilidad del encadenamiento al adquirir la pintura empleada al mismo Cimex.
Luis Daniel Hernández Sed llevó sus lámparas hechas de calamina revestida con cobre y vidrio opalescente. Dos de los modelos expuestos allí cuestan 38.40 MLC y 244.48 MLC, respectivamente.
“Cimex está poniendo de margen comercial casi un 35 %; el Fondo, solo el 5%, y nuestra ganancia anda por el 24 y el 27%. Es disparejo con respecto a los costos, al poder adquisitivo de la población, y al objetivo de la venta porque la mercancía debe rotar, no estancarse”, señaló Hernández Sed.
La complejidad sanitaria en la urbe ha influido en la regulación de acceso al establecimiento, en cambio, la opinión del público y la experiencia de los productores han de ser tenidas en cuenta en la posterior toma de decisiones.
“Esperamos tener buena salida. En otros momentos hemos comercializado a través de Artex, que puso un margen comercial de alrededor del 15 %. Los resultados fueron satisfactorios y buena la demanda”, añadió Hernández Sed.
Como parte del contrato, los artesanos asumirán la reparación o la reposición del producto en 15 días posteriores a la compra, e incluso están abiertos para colegir con el cliente un servicio posventa para mantenimiento.
Belkis Cruz Saragoza, directora de la filial del FCBC, se nota entusiasmada con esta oportunidad de mercado: “El diseño y la calidad de la obra, la autenticidad y la gestión marca nuestra diferencia. La empresa seguirá perfeccionando. Incorporaremos reproducciones de artes plásticas, cerámica y otros productos que solo se veía en ferias, y ahora estarán en las tiendas”.
¿Por qué El Encanto no vende originales de arte? Esta es una de las inquietudes de parte de los miembros del catálogo que debe representar el FCBC. Al respecto, Cruz Saragoza argumentó: “No estamos en condiciones de que estén aquí piezas de artes plásticas, debido a los mecanismos de comercialización, al objeto social de la entidad y a lo que representa una obra de arte en la protección porque es parte del patrimonio cubano. Por ahora buscamos tener aquí reproducciones de los originales que en la Galería Amalia están disponibles para las empresas y la población”.