CAMAGÜEY.- Con septiembre, como es tradición, inició en la provincia la campaña de siembra de frío 2020-2021. En la misma, que se extiende hasta el mes de febrero, aspiran a plantar 13 926 hectáreas (ha) entre las bases productivas pertenecientes al Ministerio de la Agricultura (Minagri) y al grupo azucarero AzCuba. Una cifra ambiciosa que supera en más de 4 mil ha a lo alcanzado en 2019.
En la actual contienda, la más importante de la agricultura en el país y donde se garantiza aproximadamente el 60 por ciento de los productos agrícolas del calendario próximo, los mayores compromisos corresponden a las viandas y a las hortalizas, aunque también incluye granos y frutales.
Los agricultores camagüeyanos se encuentran enfrascados en la preparación de tierra y en adelantar la siembra de tomate con el fin de lograr cosechas de esta gustada hortaliza en el mes de diciembre; igualmente apuran la plantación de frijol, con el objetivo de acelerar el aporte a la canasta básica y entregar al sector del turismo.
Según informó a Adelante el ingeniero Javier Rodríguez Guerrero, quien atiende el programa de agricultura urbana-suburbana y familiar en la delegación provincial del Minagri, hay aseguradas para el inicio de la contienda semillas de calidad, incluso de boniato y yuca, las cuales en ocasiones anteriores escasearon. Solo de frijol carece Camagüey, mas deben llegar al territorio próximamente, aseguró.
Como único paliativo ante el impacto de las carencias de combustible, fertilizantes y plaguicidas que tiene el país, los cosecheros de la provincia están convocados a incrementar el empleo de bio-fertilizantes, bio-plaguisidas y bio-estimulantes y la utilización de la tracción animal para cultivar la tierra. Estas medidas junto a un uso más eficiente de los recursos y el empleo del intercalamiento de los cultivos es el camino para lograr mejores resultados.
Los campesinos y trabajadores agrícolas del territorio enfrentan los meses “invernales” con la satisfacción- compromiso de haber cumplido con la pretenciosa siembra de primavera que concluyó en agosto con un 106.8 % de sobrecumplimiento. Los frutos de tanto esfuerzo, aunque lejos todavía de satisfacer la demanda, comenzarán a verse en los mercados a partir de este mes con las cosechas de calabaza y el inicio de la recogida del boniato; para noviembre y diciembre se debe recoger la yuca y el plátano no será hasta el año próximo cuando tenga listos sus racimos.