ESMERALDA, CAMAGÜEY.- La primera planta desalinizadora de agua en Camagüey funcionará a partir de septiembre en la comunidad Lombillo, del municipio de Esmeralda. El equipo forma parte de las nueve donaciones de este tipo que realizan los gobiernos de España y Alemania a Cuba para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Con una capacidad de procesamiento de dos metros cúbicos por hora, la planta surtirá de agua potable a los habitantes que viven en lugares cuyos mantos freáticos presentan un alto nivel de salinidad. Según Ernesto Guevara Quiñones, director de la UEB de Servicios Ingenieros Hidráulicos de Camagüey, la concentración actual del mineral en la zona está por encima de la norma para el consumo humano.
“Está establecido que la salinidad ronde los 1 000 milígramos por litro y aquí la norma se triplica pues está entre los 2 000 y los 3 000, siendo así muy nociva para las personas. Esto justifica que se haya escogido el poblado a nivel nacional para la fabricación de la planta”, agregó.
El costo total de la obra es de 750 000 pesos y hoy el cronograma constructivo se encuentra al 80 %. De acuerdo con el plan, debe quedar terminada a principio de septiembre cuando se realicen las primeras pruebas. Hasta ahora las expectativas son altas pues la tecnología, alemana, tiene un consumo energético muy bajo de solo 15 kw por hora.
“La inversión principal la asume la Delegación de Recursos Hidráulicos de la provincia, pero somos nosotros, la Empresa de Servicios Ingenieros Hidráulicos, los que supervisamos de cerca todo el trabajo. Por su parte, la construcción corre a cargo de una brigada de trabajadores por cuenta propia con la que ya hemos laborado anteriormente”.
Cuando la infraestructura esté terminada en su totalidad, serán los de la Empresa de Automatización Integral (Sedai), de La Habana, los encargados del montaje final y la puesta en marcha.
Los especialistas aseguran que cada habitante podrá adquirir al día 15 litros de agua y para ello el equipo funcionará en un principio durante seis horas. No obstante, está planificado en un futuro extender sus servicios mediante pipas a comunidades cercanas.
“Aunque por las redes hidráulicas existentes continuarán recibiendo agua, la procesada se venderá en un local aledaño a la planta. Los precios serán establecidos en su momento en moneda nacional y asequible para todos”, puntualizó Guevara.
“Habrá beneficios más que notables. A veces tenemos que guardar agua de lluvia para hacer las comidas porque si no tenemos que ir un poco lejos a buscarla. Representa un gran avance para el poblado, además los niños podrán beber un líquido de calidad”, comentó Orialis Luis Padrón, vecina del lugar.
La desalinizadora en Lombillo forma parte de las mejoras previstas en todo el país por el Instituto de Recursos Hidráulicos. Proyectos similares se ejecutan en La Habana, Matanzas, Granma, Santiago de Cuba y el municipio especial Isla de la Juventud, por un valor superior a los tres millones de pesos.