CAMAGÜEY.- Niños en edad preescolar celebraron, junto a sus familiares, especialistas y promotores de diversos organismos y organizaciones, el aniversario 28 del Programa Educa a tu Hijo, en la Casa de la Cultura Ignacio Agramonte, de esta ciudad.
Quienes cantaron, bailaron, jugaron y rieron, todos juntos, disfrutan de este diseño comunitario encaminado a preparar a sus familias para desarrollar a los pequeños de manera integral, a partir de sus propias experiencias y la de los especialistas que han suplido las necesidades educativas en niños que no asisten a círculos infantiles.
En un principio se llevó a las zonas rurales, mientras desde hace mucho abarca a todo el territorio nacional.
Cira Varona García, una de las fundadoras del Programa recibió su reconocimiento.
En el municipio de Camagüey disfrutan de este tipo de atención casi 10 000 infantes, de acuerdo con los datos ofrecidos por Claudia Pozo Escalona, Metodóloga Integral de Educación, en la especialidad de la Primera Infancia, quien destacó la importancia de la familia, la comunidad con sus consejos populares, y los diversos organismos y organizaciones involucrados, de todos los que resultaron reconocidos un número importante de promotores.
De lo ya mencionado sobresale que para el adecuado desempeño del programa no pueden faltar: la familia, la comunidad y ese enfoque intersectorial que garantiza la materialización de no pocas iniciativas a favor de los menores. Esto quiere decir que lo primero aludido deviene protagonista en la educación de los pequeños; lo segundo, el escenario perfecto; y el tercero, requerido en aras de priorizar ese objeto social.
Llama la atención, entre los asistentes a esta festividad, el acompañamiento de los niños por la figura materna, paterna y de abuelos.
Este tipo de Programa constituye un aporte en los primeros años de vida, etapa en que transcurre precisamente la formación de la personalidad, y esa es la razón por la cual el Estado cubano ha privilegiado el asegurar cada una de las alternativas que permitan ofrecer la atención educativa en niños de cero a seis años de edad, sin estar institucionalizados y solo se mueven en el entorno hogareño.
Por sus características de inclusión, este proyecto incluye al Centro de Diagnóstico y Orientación (CDO), que es el encargado de evaluar y diagnosticar a menores con necesidades educativas especiales, igual médicos y personal de enfermería, y logopedas, participan activamente en tales resultados porque desde que la futura mamá concibe a su bebé recibe la orientación oportuna.
Los primeros niños beneficiados cumplen 28 años junto a este Programa social y humanitario, y puede que algunos de ellos sean los padres de los favorecidos hoy, para quienes fue la primera y más importante escuela de formación familiar.