CAMAGÜEY.- Alrededor de 200 toneladas de productos elaboran mensualmente las 16 minindustrias instaladas en este municipio, como parte del Programa de la Agricultura Urbana y Suburbana en la provincia, territorio piloto en la implementación de esa iniciativa encaminada al autoabastecimiento alimentario en cada demarcación.

La fabricación de condimentos y ensaladas encurtidas, el procesamiento de frutas para obtener mermeladas y dulces, y la elaboración de vinos artesanales, son los principales beneficios obtenidos por la faena de los colectivos de esas pequeñas factorías que favorecen muchas de las demandas de la población.

Actualmente tres de esas unidades ostentan el Certificado de Buenas Prácticas de Manufactura de Alimentos, reconocimiento otorgado por el Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria y la delegación provincial del Ministerio de la Agricultura (MINAG), que destaca, entre otros
indicadores, la gestión de la inocuidad para contribuir a la seguridad alimenticia y la sostenibilidad ambiental.

Otros de los indicadores con los cuales cuentan esas tres entidades son la calidad de las fórmulas para la preparación de los diferentes productos junto a la disponibilidad de los recursos materiales y tecnológicos, y de las materias primas, explicó Idael Bencosme Ramírez, director de la Agricultura Urbana en la provincia.

La minindustria El Tínima, perteneciente a la Empresa Agropecuaria camagüeyana se ubica como la más destacada en la demarcación, y entre sus principales ofertas están los dulces en almíbar, condimentos y pasta de tomate, renglón este último del cual es prácticamente la única que lo produce, debido al déficit de esa hortaliza en el territorio.

Un mayor aprovechamiento de los resultados de las cosechas deviene el principal beneficio de esas unidades, pues en ocasiones, por ejemplo, pepinos o frutabombas por ser muy pequeños no salen a la venta y dentro de la fábrica se utilizan y procesan perfectamente, comentó el directivo.

Con producciones destinadas en su mayoría al consumo social de escuelas y centros educacionales, los alimentos elaborados en esas entidades también se expenden en la red de comercio, se ofertan en la gastronomía y en las ferias realizadas en esta ciudad.

Según Bencosme Ramírez, en ocasiones se han obtenido en solo un día en esas jornadas más de 42 mil pesos en ventas, cifra que se revierte en la compra de insumos para asegurar su continuo funcionamiento, y de esa manera propiciar la sostenibilidad alimentaria desde las comunidades.

Dentro de la población, esos renglones tienen notable aceptación, como es el caso de la lugareña Mercedes Freire, vecina del reparto América Latina en la cabecera municipal, quien asegura visitar las ferias cuando se realizan, principalmente por las ensaladas encurtidas que puede comprar.

En casa facilitan la preparación rápida de ensaladas, y también se encuentran aderezos para las comidas, por eso son mis preferidas, aseveró, pero igual los dulces para postres y meriendas devienen muy útiles tenerlos listo para cualquier ocasión.

Las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) y las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), luego de cumplir sus planes de producción son los principales proveedores de esas pequeñas industrias, así como las empresas provinciales de Frutas Selectas y Acopio.