CAMAGÜEY- El empleo de yuntas de bueyes en el laboreo de la tierra, tan de moda en el Período Especial, fue sustituido en los últimos años por los medios mecanizados. Ahora, ante las estrecheces energéticas que vive la isla se desempolvan esta y otras prácticas tradicionales. Como el resto de los sectores económicos en Camagüey, el sistema de la agricultura busca atajos para no detener la siembra y no perder las cosechas.
Elvis Pérez Olivera, delegado del Ministerio de la Agricultura en la provincia informó a Adelante que la provincia cuenta en la actualidad con 3423 yuntas de bueyes y 336 están en formación. Insistió en lo estratégico de su empleo para dar grada y surcadora a las 1948 hectáreas (ha) en movimiento existentes en el territorio, de las cuales 936.1 están roturadas y 564.1 en preparación.
Con las yuntas se realizarán atenciones culturales a 2346 ha de cultivos de yuca, plátano y boniato fundamentalmente. Este medio alternativo está empleándose también en transportación de semillas y alimentos para la ganadería, tiro de agua, personal y carbón vegetal y el acopio y traslado de las producciones agropecuarias.
Las acciones emprendidas hasta el momento, incluyen el empleo del transporte de Acopio y otros organismo, los cuales antes viajaban vacíos a los municipios y la sustitución de los cultivos mecanizados por la tracción animal, han significado un ahorro de 30 300 litros de combustible en lo que va de mes.
Foto: Alejandro Rodríguez Leiva/Adelante
En Camagüey, la provincia más extensa de Cuba y la de mayor desarrollo de la ganadería, mantiene sus labores tradicionales con 6 647 acarreadores, tanto en carros tirados por caballos como con bueyes. Los mismos trasladan leche y queso desde las fincas hasta los termos de enfriamiento o puntos de recogida. De los 49 millones 916.9 litros del importante alimento acopiados de enero a agosto, el 84 % fue con estos medios.
Otras de las alternativas, emanadas de los análisis con las bases productivas, son reducir el uso de máquinas para moler la comida del ganado, aumentar el pastoreo, correr el riego fuera de los horarios picos de mayor consumo y hacer una utilización óptima de aquellos equipos de transporte que se ha decidido no paralizar.