CAMAGÜEY.- Fue un movimiento continuo de la música a la danza, de la palabra al gesto, de los pasos a la evocación de Fidel Castro desde el Teatro Principal, a cinco años del reposo de sus cenizas en esta ciudad.
Bajo la dirección artística de Reinaldo Echemendía, la propuesta circunvaló desde el arte el pensamiento del Comandante en Jefe, y alzó como espiral el legado y el juramento de los herederos de su camino de la justicia social.
Fue un elenco diverso y preciso para la dramaturgia de una escena coronada por artistas profesionales y estudiantes, acompasados en el homenaje, porque desde 2016 la noche del 1ro. de diciembre aquí se llena de magnitudes.
Especialmente emotiva fue la interpretación de Hombre que vas creciendo, por un Coro Profesional de Camagüey multiplicado con niños; y también de la canción Créeme, por el ensamble del Dúo Voces.
Los actores Grabiel Castillo y Reyna Ayala entraban y salían como guías de un discurso de elogio al Líder Histórico de la Revolución Cubana, con frases, poemas, retratos con palabras dichas en los tonos del fervor patriótico.
El espectáculo mezcló diferentes formatos, como un paseo de ritmos y géneros, muestra de lo grande forjado a través de las agrupaciones que cultivan con su repertorio los colores de la identidad nacional.
Abrió la Banda Provincial de Conciertos, el trovador Antonio Batista entonó robusto Cuba va, el Ballet Folklórico de Camagüey hizo canción política y danzó con la unidad de grupo, Rumbatá cantó por la necedad de vivir sin tener precio.
Desfilaron más creadores, entre ellos el Dúo Confluencias, Dawlyn Aldana, la solista Danae Fernández y una pareja del Ballet de Camagüey, compañía que precisamente ese día cumplió su aniversario 54.
Poco más de una hora a teatro lleno, al menos desde la asistencia permisible por las medidas sanitarias contra la COVID-19; bajo un mismo techo, junto a las máximas autoridades políticas y gubernamentales del territorio.
Después del último aplauso, todavía en las afueras del coliseo, el murmullo remitía a ese bello instante de recordación, de sentimientos encontrados porque un lustro atrás el pueblo camagüeyano transformó en vigilia su llanto.
Hace cinco años, los artistas también cantaron y bailaron a la memoria de Fidel desde la plaza, a cielo abierto. Ahora, sin la posibilidad de la plaza, no faltarían los versos, las canciones a través de las cuales, como se dijo en el "Principal", se mide por siglos y milenios la edad de los héroes y los genios.