CAMAGÜEY.- Carlos Lazo sigue construyendo Puentes de Amor, ahora de visita en Cuba junto a su esposa y a Miguel Lewis, miembro del grupo que por más años lo ha acompañado en sus peregrinajes en Estados Unidos por la familia cubana.
Llegó a la Isla después de haber recorrido más de 2 000 kilómetros, a pie, desde Miami hasta Washington y de esa manera exigirle al presidente Biden que cumpla la promesa y ponga fin a las sanciones que pesan sobre la familia cubana.
El profe, como cariñosamente le llaman sus alumnos y hasta quienes no lo somos, nos rectifica la primera pregunta del cuestionario en esta conversación con Adelante Digital “Para mí la pregunta no es por qué viajar a Cuba ahora, sino cómo no viajar a Cuba ahora. Cómo no viajar a Cuba cuando mis hermanos están pasando necesidades, cuando el país está en una situación tremenda con la falta de medicinas, por la falta de insumos, por los efectos de la pandemia que ha afectado la economía y encima de eso por la agudización del bloqueo. Cómo no tender la mano, aunque sea en un gesto humilde, un gesto que quizás no resuelva muchas cosas, pues está limitado por las libras que uno puede llevar y las medicinas que se pueden llevar, pero al mismo tiempo se pueden llevar más cosas que sean libras de medicinas, que son el amor y la solidaridad.
“Hemos estado envueltos en muchísimas actividades desde nuestra llegada a Cuba, encuentros con instituciones, visitamos casas de niños sin amparo filial, que se llaman así pero tienen mucho cariño, no me gusta mucho ese nombre. Cuando llegas te das cuenta que hay tanto amor repartido allí que no puedes llamarlas así. Estuve en la Escuela Latinoamericana de Medicina, ELAM, donde tuve la oportunidad de reunirme con estudiantes norteamericanos recién graduados de Medicina y pude apreciar lo lindo que nuestro pueblo hace por el mundo, con ese programa que gradúa médicos que después reparten salud en cualquier rincón del planeta.
“Me reuní con algunos de los medallistas olímpicos de Tokio y fue una experiencia tremenda, eso es importante porque los deportistas cubanos no solo son glorias de los que están dentro de la Isla, lo son de todos los cubanos que aman ver cuando nuestra bandera gana una medalla, cualquier cubano digno en cualquier lugar del mundo vibra, ellos construyen también puentes de amor.
“Por último nos reunimos con el presidente Miguel Díaz-Canel, tuvimos una charla muy provechosa en la que le hablé de cuestiones que atañen a los cubanos que residen en el exterior, necesidades, preocupaciones y el deseo de que cualquier medida que se tome en Cuba sea siempre para tender puentes de amor entre los de aquí y los de allá”.
Carlos Lazo habla de la Cuba que encontró a su llegada con la pasión de quien se rencuentra con sus raíces. “La Cuba que recordaba es la que llevo conmigo en la memoria, que no es la física, es la Cuba del corazón. En términos económicos, el país está atravesando por una situación muy difícil, es lo que vi diferente ahora a otras veces que he regresado, que incluso dificulta el acceso a medicamentos, cosas que hace unos años no eran motivo de preocupación, que está dado por la pandemia y la agudización de las sanciones de los Estados Unidos contra el país, pero también vi un pueblo que sigue creyendo en la esperanza, que sigue soñando, que sigue pensando que el mañana puede ser mejor, un pueblo que sigue multiplicando los pocos panes y peces que hay. Eso me da ánimos para seguir poniendo mi granito de arena, que no es solo mío, pertenece a muchas personas, que queremos seguir ayudando a nuestras familias y construir puentes de amor”.