CAMAGÜEY.- Yurisdan es un muchacho delgado y sencillo. A simple vista, pareciera que no tiene mucho que contar. Sin embargo, detrás de esa primera impresión se esconde un apasionado de la ciencia y un locuaz estudiante universitario. Para los que lo conocen, solo basta decir “Paneque” y, cual invocación, todos saben de quien se habla.
Hoy se prepara para comenzar los estudios correspondientes al quinto año de esa carrera, mientras también es el presidente de la FEU de la facultad de Ciencias Aplicadas y miembro del Consejo Nacional de esa organización.
“Desde que comencé a estudiar en la Universidad de Camagüey, participaba en las jornadas científicas. En abril de 2017 participé en el I Evento Nacional de Ingeniería Química celebrado en la Universidad de Oriente. A partir de ahí, he participado en las siguientes ediciones”.
Paneque también cuenta de su vinculación al proyecto de alimentos Desarrollo de tecnologías para la producción de alimento a partir de setas comestibles en la cadena agroalimentaria. Sí, aunque el lector se sorprenda, los investigadores camagüeyanos tienen la vista puesta en los hongos usados en la gastronomía.
“Es un proyecto prometedor que me motiva. No genera efectos negativos para el medio ambiente, así que trabajamos de conjunto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Cuba es virgen en este campo, pero a nivel mundial es una práctica extendida”.
También este científico en formación asume una reciente responsabilidad más allá de la universidad agramontina, ya que es el Subdelegado por Cuba a la Asociación Latinoamericana de Estudiantes de Ingeniería Química (ALEIQ). Sobre cómo resulta asumir esta tarea también conversa con Adelante Digital.
“A mediados de 2020, con un cambio en la dirección de la ALEIQ, se rescató la presencia cubana en la Asociación. A partir de ese momento, fue electo como delegado un estudiante de La Habana, mientras que yo asumí como subdelegado.
“Nos toca coordinar proyectos dentro de nuestra red cubana de alumnos. Debe tenerse en cuenta que la carrera se estudia en seis universidades cubanas. Nuestra vía de coordinación es fundamentalmente online. Por el momento, deseamos organizar una conferencia presentada por un intelectual cubano del frente de la biotecnología y farmacéutica, para visibilizar este pilar de la ciencia en Cuba.
“Deseamos el momento cumbre de la ALEIQ: nuestro Congreso, que se realizará también online. Allí tendremos conferencias, paneles de trabajo, además de realizar una tarea de impacto social en cada una de las naciones en problemas medioambientales o industriales. Sería genial repetir la experiencia de 2002, cuando La Habana acogió dicho evento.
“Lo más provechoso es comprender la transdiciplinariedad de nuestra carrera, cómo organizan el pregrado en otros sistemas educativos y cómo continúan la educación en medio de la actual pandemia”.
También afirma que “aunque los husos horarios son distintos, todos somos estudiantes alegres, naturales y con ocurrencias, no son como los pinta el estereotipo de la corbata y los espejuelos”.
Por último, con la mirada en el futuro, cuando se gradúe y ya no sea el subdelegado cubano a la ALEIQ, Yurisdan enfatiza su deseo por quedarse como profesor de la casa de altos estudios camagüeyana para formar las nuevas generaciones de químicos: “siempre seguiré buscando la superación personal”.