CAMAGÜEY.- Fidel nos enseñó a mantener la vigencia del ejemplo y las ideas de los héroes de la Patria. Por eso, no dejó que los ideales del apóstol José Martí y su imperecedera obra murieran en el año de su centenario y con un grupo de valerosos jóvenes asaltó el Cuartel Moncada, segunda fortaleza militar de la dictadura de Fulgencio Batista, acción que encendió la mecha continuadora para la única y definitiva lucha libertaria de Cuba, iniciada el 10 de octubre de 1868 por Carlos Manuel de Céspedes en La Demajagua.
Precisamente, Fidel, en noviembre de 1947, abortó una farsa patriótica del gobierno de turno que pretendía utilizar el símbolo patrio de La Demajagua para fines politiqueros y junto con el pueblo de Manzanillo, trajo a la escalinata de la Universidad de La Habana, la campana que tañó por la libertad de los esclavos y llamó al combate mambí.
Ese mismo año el joven Fidel se acerca varias semanas a Camagüey: Permanece en Cayo Confites en espera de una fallida expedición de apoyo al pueblo dominicano; sin embargo, después del triunfo de la Revolución vuelve en numerosas ocasiones a la tierra agramontina, recorre el Potrero de Jimaguayú donde cayó el insigne patriota Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz y destaca sus cualidades de jefe militar, organización, mando único, disciplina y heroísmo de su tropa. En el Centenario de la caída del mambí camagüeyano, llamó a una batalla aún pendiente:
“Y si queremos saber cómo deben ser los camagüeyanos en esta lucha contra la pobreza, en esta lucha por el desarrollo, en esta lucha por la Revolución: ¡como los soldados de Ignacio Agramonte! ¡Y cargar al machete, como cargaba su caballería gloriosa en aquella épica contienda!”.
Con respeto y vigencia, Fidel, nos enseñó y enseña que la presencia de Martí, Céspedes, Maceo, Gómez,Camilo, Che y otros muchos distinguidos héroes de la Patria, se admiran, respetan y siguen desde el momento histórico que les tocó vivir y luchar, sin distingo de épocas, porque siempre para él y los cubanos patriotas la lucha iniciada en La Demajagua el 10 de Octubre de 1868 y coronada con el Triunfo de la Revolución el 1ro. enero de 1959, es una sola.
Como también enfrentó al imperialismo que avizoró José Martí, porque vivió en las entrañas de los Estados Unidos, único enemigo belicista de los pueblos del mundo, y nos enseñó a ser antiimperialistas y a seguir la expresión del Che de no creer “ni tantito así” de ese poderoso vecino que nos acecha y ataca incesantemente.
Fidel cumple hoy 13 de agosto 93 años, porque está en todas partes de la obra que ideó y construyó con todas las fuerzas e inteligencia de su vida frente a todos los peligros existentes y porque como él mismo advirtió: “Nosotros entonces habríamos sido como ellos. Ellos hoy habrían sido como nosotros”.
Gracias, Fidel, por tenerte en ejemplos e ideas para seguir como quisiste por los caminos más humanos de la solidaridad cubana e internacional, por demostrarnos la sentencia martiana de que “… La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”.