CAMAGUEY.- La autocomplacencia es un término eliminado en el desempeño del sistema de auditoría y, como en otros años, esa cualidad se puso de manifiesto en el balance del 2021 aquí, calificado de excepcional económica, política y socialmente a causa de la COVID-19, el recrudecimiento del bloqueo norteamericano, la crisis económica mundial y a las profundas transformaciones que se operan en el país.

El vice contralor provincial, Francisco Pérez Hernández, al presentar el documento, detalló la realización de 179 acciones de control, de ellas 127 auditorías, 40 comprobaciones especiales y un seguimiento de denuncias.

El intercambio permitió poner de relieve la necesidad de afianzar la calidad en el trabajo, porque los auditores son los profesionales que, desde el punto de vista técnico, revisan la labor de otras personas, las cuales esperan una enseñanza, porque no son meros revisadores de problemas técnico contable.

Algunos auditores expresaron que las normas cubanas de auditoría resultan tediosas, sin embargo, responden a un reclamo de los propios profesionales del sector.

En la medida que los auditores realicen eficazmente su trabajo, las posibilidades de corrupción administrativa se reducen, porque los que tratan de burlar los mecanismos de control son entes que saben hacerlo para que no los detecten.

La vicecontralora primera de la Contraloría General de la República, Miriam Marbar González, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, manifestó lo útil de la superación profesional y las ventajas de las normas cubanas.

"Si van a hacer un arqueo de caja, debe decir: deja ver cual es el modelo", en tanto, manifestó: ¿Como no se va a homogeneizar el trabajo?, y sobre la marcha se van creando las habilidades”, indicó.

Marban González transmitió al sistema de auditoría de Camagüey el reconocimiento del órgano nacional por el trabajo desplegado en el 2021 y me atrevo a decir en el 2020, en que no pudimos participar en el balance a causa de la pandemia.