CAMAGÜEY.- “(…) Se produce en nuestra Patria una situación revolucionaria ya madura, no por capricho de nuestro deseo (…) sino por la confianza, aunque justa, por sí mismo inesperada de la gente activa y virtuosa del país en la obra desinteresada y ordenadora de la emigración (…)”, escribió nuestro Héroe Nacional, José Martí, a Rodolfo Méndez, el 3 de mayo de 1895. El estallido de la Guerra Necesaria significaba esos esfuerzos desde el exilio para lograr la unidad y la independencia definitiva de Cuba.
Con la fundación del Partido Revolucionario Cubano, el más universal de los cubanos proyectó un sendero para la preparación de la contienda. Allí unificó a los hombres valerosos que añoraban la libertad de su tierra y convidó a los líderes de la campaña del ‘68, Gómez y Maceo, a impulsar la empresa que avizoraba el fin de la metrópoli española, como resultado de la minuciosa planificación y orden bajo la que fue gestada.
Sin embargo, la campaña, en un inicio pactada para diciembre del ‘94, fue pospuesta para el 24 de febrero del ‘95. Cuando llegó la fecha, en la zona Occidental se desarrollaron tres alzamientos en Matanzas, mientras, en Oriente ocurrieron una veintena de levantamientos en armas. En esta última región destacaron los notables insurrectos Bartolomé Masó y Guillermo Moncada. El Camagüey aún no arrojaba señales de su incorporación. Sin desenvainar el machete, no se podrían romper las cadenas.
Es #24deFebrero, día para contar y cantar la historia. Dijo Martí que "de amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias nuevas”. #SomosCuba #CubaViva pic.twitter.com/2FG7XGo221
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) February 24, 2021
Por la tierra de El Mayor se respiraba un ambiente de tranquilidad, pero esa relativa calma se quebró entre los meses de marzo a junio. En ese lapso temporal se efectuaron diversos levantamientos, el más destacado lo realizó el Marqués de Santa Lucía, Salvador Cisneros Betancourt, en las Guásimas de Montalván, el 5 de junio. Esa fecha marcó la integración de las huestes al llamado de la Revolución.
El atraso de los principeños, en sumarse a la conflagración, se debió a varias causas como la labor de la burguesía azucarera y a que sus asociados no se adentrarían en el conflicto bélico y, además el grueso de los patriotas esperaría la llegada de Gómez para secundarlo. A pesar de la postura vacilante de algunos altos oficiales, el pueblo demostró una vez más que pelearía sin timidez, en su momento, por la soberanía cubana.
Después de la Guerra Grande, los sacrificios de la comarca camagüeyana eran visibles desde el punto de vista económico y las afectaciones habían sido totales para cualquier infraestructura de la región. Se encontraban abandonados lugares importantes e incluso las arterias fundamentales. Según la impresión de un viajero, aquello era “solo comparable al de una aldea, la más mal cuidada, del imperio Marroquí.” Pero la escasez no fue impedimento para que el grito de independencia poblara el alma de los hijos de Agramonte.
Fue el fracaso de la Fernandina, uno de los golpes más duros recibidos por el Apóstol, en los preparativos de la insurrección. Resultó hondo su desánimo al conocer del triste episodio en el que las autoridades norteamericanas, cómplices del colonialismo español, confiscaron los pertrechos de guerra de las embarcaciones la Gonda, el Amadis y el Baracoa. No obstante, pese al revés, la misión independentista jamás flaqueó.
A las semanas de haber comenzado las acciones, lideradas por hombres de principios como Juan Gualberto Gómez, Pedro Agustín Pérez y Quintín Banderas, se adicionaron la relevante presencia de Antonio Maceo, su hermano José y Flor Crombet, quienes desembarcaron por las costas de Duaba. Por Playitas de Cajobabo lo harían El Maestro y Máximo Gómez. Durante su paso por Camagüey, el generalísimo dio uno de los impulsos fundamentales en el conflicto, con la organización de la Campaña Circular que se conduciría con firmeza hasta el Occidente.
Al celebrarse los 126 años del reinicio de la Guerra Necesaria, los cubanos en medio de las adversidades de una pandemia, recuerdan esa hazaña. Y rememoran también la aprobación, el mismo día, pero de 2019, de la nueva Constitución de la República, donde todos los habitantes de esta nación tuvieron la oportunidad de edificarla a través de un referendo popular. Sin dudas, una forma de honrar los pensamientos libertarios como lo quiso Martí.
El 24 de febrero de 1895 #Cuba ?? se alzó otra vez por su independencia.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) February 24, 2021
La unidad e ímpetu de la Guerra Necesaria de Martí, guió a la victoria definitiva de la Revolución en 1959.
Sus continuadores defendemos hoy la #CubaSocialista por la que lucharon nuestros héroes. pic.twitter.com/wUfnVsLXDI