Sobre estas prácticas y la acumulación de sus saberes tradicionales y científicos investigativos se proyecta el perfeccionamiento de los presentes estudios universitarios en el perfil ballet, que se inician en el país a partir del curso 1987-1988, siendo una de las carreras más reciente de la Enseñanza Superior del Arte.

En principio de una práctica del arte que constituye patrimonio de la cultura cubana, a la vez que escuela, en los dominios danzarios del arte universal, tal como se corrobora en los diferentes transcursos académicos del proyecto artístico-pedagógico de la danza.

La enseñanza del Ballet comienza en nuestra nación oficialmente en el año 1931, cuando abre sus puertas la Sociedad Pro-Arte Musical, que creó la primera escuela bajo los auspicios de Laura Rainieri, notable animadora cultural y sensible de esta expresión. De entre los alumnos de esta institución saldría un grupo de jóvenes que con el paso de los años habrían de convertirse en notoriedades de la danza cubana y en el ámbito mundial.

Entre ellos, Alicia, Fernando y Alberto Alonso; Ramiro Guerra y Luis Trápaga, los que iniciaron sus estudios bajo la guía del profesor ruso Nikolai Yavorski, considerado el primer Maître de Ballet en el área antillana que con un sentido profesional laboró en la academia cubana. Un año más tarde se creó una plaza de Maestro de Ballet en el Conservatorio Municipal de La Habana, y de este modo, la ciudad contó con dos centros que ofrecían clases de Ballet.

Del mismo modo, la constitución del "Ballet Alicia Alonso" (1948 ) significó el primer gran esfuerzo por establecer una agrupación de danza clásica profesional que respondiera a las características nacionales y en la que los bailarines cubanos pudieran desempeñarse en los más disímiles papeles, de acuerdo a sus características individuales y defendiera en sus exposiciones la cultura de la Isla de Cuba, su gestualidad cotidiana, el folklore tanto español como el africano mezclados, más otras influencias de la cultura balletistica de otros países .

El año 1956 representó una dura prueba para la escuela y la compañía cuando se vieron privados del subsidio estatal que recibían. Ese año, a pesar de todos los inconvenientes, tuvo lugar la primera graduación de bailarines profesionales formados en una institución nacional. Entre los graduandos aparecían nombres que luego serían reconocidos internacionalmente: Loipa Araújo, Aurora Bosch, Josefina Méndez, Mirta Plá, Ramona de Saá y Joaquín Vanegas entre otros.

Por estos tiempos, en varias ciudades de provincias se abrieron academias para la enseñanza del Ballet. Los esfuerzos más serios y connotados tuvieron lugar en la ciudad cultísima del Camagüey, bajo la dirección de la figura Vicentina de la Torre Recio, discípula de los Alonso.

Años más tarde la Escuela Nacional de Arte fue anunciada por el Comandante Fidel Castro en su conocido discurso Palabras a los intelectuales, esta abrió sus puertas a inicios de 1962 con cuatro especialidades: Artes plásticas, Ballet, Música y Teatro. El Director fundador de la especialidad de Ballet fue el Maestro Fernando Alonso, a la vez, Director del Ballet Nacional y en el Camagüey Vicentina de la Torre Recio.

Esta fue posteriormente la base para crear la red de centros para la enseñanza del Ballet que se creó en el país, que significaron la democratización de los estudios de la Danza clásica en Cuba. Jóvenes procedentes de todos los municipios y provincias, así como de todos los estratos sociales y raciales de nuestra sociedad tuvieron la posibilidad de acceder a estudios del más alto nivel en esta especialidad.

Años posteriores, quedó establecida con ocho escuelas de nivel elemental y dos de carácter profesional nivel medio en las ciudades donde radican las dos principales compañías de danza clásica, La Habana y el Camagüey.

Las Danzas Históricas y de Carácter asignaturas que ya había comenzado con la fundación de la Academia Alicia Alonso, tomó un nuevo nivel de desarrollo con la incorporación a finales de la década de los setenta e inicios de los ochenta del pasado siglo los primeros maestros cubanos que realizaron estudios universitarios sobre estas disciplinas en instituciones de la hoy desaparecida Unión Soviética, profesores como Adria Velázquez dieron un impulso superior al desarrollo de la enseñanza de estas Danzas en la Habana y en el Camagüey Hilda María Martínez de la Torre (Lila).

En suma, la calidad de la enseñanza que brindan los perfiles de la carrera de Arte Danzario del Instituto Superior de Arte es validada por el alto prestigio profesional de sus graduados y la creciente demanda de estudiantes y profesionales extranjeros que eligen cursar estudios de formación completa o recibir asistencia técnica por parte de este claustro de profesores.

El objeto de estudio de este perfil por su misma naturaleza de la práctica del arte, se relaciona con un sistemático componente de trabajo, de ahí que el conocimiento, resultado del conjunto de materias de enseñanza parta de una sólida y sistémica fundamentación teórica, que se cristaliza a partir de la vinculación de la práctica misma. Tanto en el diseño curricular como en la fundamentación de las disciplinas se corrobora la cientificidad de este principio.

En este sentido los campos de acción de los egresados se orientan a un amplio campo de competencia, no sólo en el sistema institucional de la cultura, sino en la educación general, y en el de otras áreas de convergencia con la cultura artística. La esfera de actuación abarca en un primer momento la docencia artística como lugar privilegiado, con un alto nivel de potencialidad pedagógica dada la profundización de los elementos técnico – artísticos y de teorización de la actividad danzaría. Otras variantes de la actuación profesional están ubicadas en instalaciones turísticas, deportivas y sociales en general, con atención al trabajo de la cultura artística.

El egresado de Ballet está capacitado además para desempeñarse como intérprete artístico en colectivos danzarios o en otras formas de asociación o proyectos vinculados al sistema institucional de la cultura, donde se contempla la preparación para el montaje o creación coreográfica, así como también el asesoramiento para proyectos de diferentes fines y prácticas sociales. Además, la investigación constituye una salida de especial consideración, que se refuerza en el plan del proceso docente a través de varias de sus disciplinas, donde se presenta un modelo muy definido del profesional en la carrera de Arte Danzario perfil Ballet y apoya su fundamentación disciplinaria, en lo que hoy es la enseñanza del ballet en Cuba.

Prof. Instructor. Candidato a Dr.C de la Universidad de las Artes(ISA). Filial Camagüey.

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