¿De dónde saca fuerzas una deportista de 20 años para levantarse tras varios esguinces de tobillo, una fascitis plantar, inflamaciones en el tendón rotuliano de una de sus rodillas, tres rupturas de ligamento en su pierna derecha y un contagio de COVID-19? Cualquiera hubiese renunciado, pero a Davisleydi Velazco “la bomba” que le “implantaron” en el pecho la mantiene saltando en la élite mundial de una prueba en la que reina la extraordinaria venezolana Yulimar Rojas.