Camagüey.- Priss es madre y se sentía sola, desamparada, culpable. Todos, empezando por el esposo, le achacaron el problema del niño. Descontrolada, le pegó al crío aun sabiendo que algo pasaba, y hasta lo odió por saberse rechazada. Muchos le indicaron encerrarlo a oscuras y darle duchas frías en pleno invierno, por las malacrianzas de su hijo. Y lo hizo.