CAMAGÜEY.- Luego de presentado el Informe Central al8vo. del Congreso del Partido, los delegados debaten en tres comisiones. La primera, presidida por Manuel Marrero Cruz, aborda los resultados socioeconómicos desde el anterior Congreso y las proyecciones para avanzar en el cumplimiento de la estrategia de desarrollo y el enfrentamiento a la crisis. La segunda, encabezada por José Ramón Machado Ventura, evalúa el funcionamiento del Partido, la actividad ideológica y el trabajo con las masas. Dirigida por Miguel Díaz-Canel, la tercera comisión valora la política de cuadros, la UJC, el Estado y el Gobierno.
La Revolución no está en las redes sino en las calles
La certeza de que la Revolución está en la calle, y no en las redes sociales, expresada por el delegado Miguel Barnet fue la que mejor definió uno de los temas transversales del debate en la primera sesión de la Comisión de funcionamiento y trabajo ideológico: la defensa de Cuba y de sus valores desde las nuevas trincheras de las tecnologías de la comunicación.
Un rato antes de que el prestigioso creador remarcara en esta comisión, presidida por el segundo secretario del Comité Central, José Ramón Machado Ventura, que la mayoría de nuestros artistas e intelectuales están con Cuba y Fidel –varios delegados periodistas lo habían hecho antes-, el miembro del Secretariado y jefe del Departamento Ideológico del Comité Central, Víctor Gaute López, hizo un llamado clarísimo: debemos desarrollar el activismo revolucionario en las redes sociales.
Gaute López definió con agudeza que sí, el Partido debe desarrollar un mejor trabajo desde las redes sociales, pero que hay que discutir el tema comenzando por las redes sociales creadas por la Revolución: nuestra red de organizaciones. Hasta quienes nos visitan —comentó— nos dicen que esas son las mejores.
Nuestro país —afirmó Gaute López— ha desarrollado la informatización de la sociedad, donde contamos con fuerzas aún mayores que las que están participando, lo que sugiere las amplias reservas con que contamos.
Esa línea de pensamiento fue compartida por el también integrante del Comité Central Yoerky Sánchez Cuéllar, quien recordó que, en 2012, el Comandante en Jefe afirmó que internet es un instrumento revolucionario. Ahí está, según el joven delegado, el escenario principal de la confrontación ideológica, que debemos encarar con certera generación de contenidos, siendo proactivos y firmes no solo en la promoción de nuestros valores y símbolos, sino también en su defensa.
Regina María Balaguer, delegada por Camagüey, llamó a trabajar más en la calidad de los procesos de crecimiento, de manera que siempre alcancen la militancia los mejores, y solo los mejores. Ello pasa, según consideró, por acercarse a los niños y jóvenes, darles tareas, de manera que al final estén en filas los reales revolucionarios y comunistas.
Al respecto, Machado Ventura recordó que esa es justamente la línea y comentó, por otro lado, que el núcleo es además responsable de la conducta de sus militantes. El segundo secretario refirió la retroalimentación mutua que define el trabajo político: el núcleo debe prepararse para la asamblea de trabajadores tanto como, de manera organizada, trabajadores no militantes deben ser invitados a reuniones del núcleo.
Ello se relaciona con la intervención del joven delegado pinero Rafael Licea, quien señaló que el vínculo con las masas, que decide el trabajo del Partido, debe ser permanente y el estudio político es tarea de todo el año.
A tono con la época de la gesta actual, la delegada habanera Yuniasky Crespo afirmó que la Revolución no solo se defiende con coraje: hace falta ponerle inteligencia y voluntad. Se requiere hacer cosas nuevas, pero mantener las que estén bien, señaló Crespo, quien ejemplificó que militantes de núcleos con problemas mostraron actitudes heroicas lo mismo en auxilio ante un accidente aéreo que tras un tornado y, ahora, frente a la pandemia. Lo que se requiere entonces, resumió, es encaminarlos mejor.
Sobre la labor en el entorno, Machado Ventura explicó un dilema que exige perfeccionamiento: con la población, envejece la militancia y, por la baja natalidad, la cantera se reduce aún más, de manera que ya el problema no debe verse desde porcentajes sino desde números absolutos.
El delegado habanero Jesús Cabrera, jubilado él mismo, comentó que esos militantes de los barrios son guerrilleros del día a día y destacó la necesidad de atender más el trabajo político en las comunidades, escenarios de todos, se esté activo laboralmente o no.
La labor en los calles puede sacar de ellas aún más ejemplos honrosos como los vistos, sobre todo en jóvenes, en estos tiempos de pandemia. Ailín Álvarez García, segunda secretaria del Comité Nacional de la UJC, comentó una idea que remite al futuro que entraña la frase de Miguel Barnet: todo el funcionamiento de esa organización responde a la lógica de que se es militante para formarse como cantera natural del Partido.
Si cuenta con el respaldo de la mayoría de intelectuales y artistas, de periodistas y obreros, de veteranos y jóvenes, el futuro del Partido está más que asegurado.
Política de cuadros, cuestión estratégica para Cuba
Para el país es una cuestión estratégica la política de cuadros, dijo Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político y Presidente de la República, al intervenir en la comisión del Octavo Congreso del Partido, dedicada a analizar este tema.
La Política es un sistema de gestión, tiene componentes y procesos íntimamente relacionados, cuando se violan se rompe la conducción, dijo, y añadió que no puede haber rupturas ni improvisaciones, de lo contrario los problemas nos cogen de golpe.
Agregó que hay que preparar a nuestros cuadros para que estén sometidos a etapas prolongadas de adversidad porque frente al enemigo que tenemos deben tener la capacidad de enfrentar con aliento, pasión y firmeza fases como la que estamos viviendo.
Díaz-Canel Bermúdez subrayó que el mejor tiempo que puede dedicar el Buró provincial del Partido es aquel enfocado a trabajar con los secretarios generales de núcleos, y esa práctica sistemática se puede extrapolar al trabajo del gobierno, de las administraciones, y cuando se convierta en un sistema de vínculo con la base se va a tener una riqueza de aportes y participación en las soluciones de los problemas.
En los debates varios delegados destacaron el aporte de la Unión de Jóvenes Comunistas a las plantillas de cuadros del Partido, lo que motivó la intervención de Diosvany Acosta Abrahante, primer secretario del Comité Nacional de la organización política juvenil, quien dijo que hay avances para identificar desde los centros estudiantiles y de trabajo a los jóvenes con potencialidades para la dirección.
Yudalys Rodríguez Castro, primera secretaria del Comité Municipal del Partido en Pinar del Río, opinó que muchas veces la dinámica de otras tareas impide que desde la planificación se le pueda dar seguimiento con la intencionalidad requerida a la política de cuadros, para que se convierta en un sistema de trabajo a partir del diagnóstico de las características de las personas y luego ejercer el control de forma tal que se preparen pero también se sientan atendidos y reconocidos.
A juicio de Federico Hernández, primer secretario del Comité Provincial del Partido en Granma, hay problemas en la calidad de los cuadros porque además de la preparación económica y política hay que tener más intencionalidad y mayor rigor en la evaluación que se les realiza, la que debe ser diaria, y compartir espacios que demuestren cómo se dirige una tarea y se garantiza que se cumpla.
Yudí Rodríguez Hernández, primera secretaria del Comité Provincial en Villa Clara, señaló la necesidad de fortalecer el trabajo de las escuelas del Partido, donde se forman las reservas, incrementando la categoría de sus profesores y vinculando a estudiantes y docentes como asesores del trabajo de la militancia.
Sobre la necesidad de la ejemplaridad opinó Marcia Cobas, funcionaria del Consejo de Ministros, quien se refirió a la rendición de cuentas de los dirigentes mediante diversas vías, desde los medios de comunicación hasta las asambleas de base, como ocurre ahora con la dirección del país; pero se aprecian debilidades en los niveles intermedios.
Es necesario que los cuadros no pierdan el contacto con la población y tengan tareas de choque para que demuestren en realidad sus cualidades, agregó.
Miguel Mario Cabrera Castellanos, miembro del Comité Central y jefe de la Dirección de Cuadros del Estado y el Gobierno, se refirió a las experiencias de los últimos años en ese nivel, orientada a trabajar con mayor intencionalidad con la cantera y la reserva e incorporar elementos de la ciencia a la gestión de la Política de Cuadros, por ejemplo, la caracterización de las competencias para ocupar un cargo.
- Con información de Juventud Rebelde y Cubadebate