CARLOS MANUEL DE CÉSPEDES, CAMAGÜEY.- En la CPA Gualberto Galbán Cervantes, de la Empresa Agroindustrial Carlos Manuel de Céspedes, con un área de la cooperativa de 2 700 hectáreas, de ellas 1 375 dedicadas a la caña, proyectan sembrar yuca y 15 ha de plátano, de ellas ya están listas 7, además de las 10 que tienen en fomento.
Esta cooperativa cañera logró un rendimiento durante la pasada zafra de 44 toneladas de caña por hectárea en poco más de 40 días efectivos de zafra, para un rendimiento del 89%.
Maikel Martínez Agüero, uno de sus asociados, asegura que el reto principal de los cooperativistas, sembrar más y sembrar más “porque necesitamos alimentos, y lo que tenemos que hacer es producir comida para el pueblo”.
En el batey Carmelina Kiosmari Estrada Cruz y su familia mantienen un área de 11.7 hectáreas de cultivos varios. El resultado del trabajo ha hecho de este productor uno de los 8 de avanzada de la CCS Víctor Rodríguez.
“Imagínese, hay que merecerse esa categoría”, confieza quien lleva seis años dedicado a estos menesteres y asegura que no ha tenido problema con la garantía de los recursos que necesita, sobre todo el combustible, porque garantiza el cuidado de sus cultivos con técnicas agroecológicas.
“Ahora mismo tengo en producción maíz, boniato, yuca, malanga, plátano burro y gran enano, aji… y estoy preparando tierras, porque ya tengo la semilla, para tomate y frijol”.
Esta cooperativa tiene 235 asociados de ellos 153 tenentes de tierra.
En la zona de Guasimal está la UBPC de igual nombre. Llegar allí requiere casi más de media hora por caminos en mal estado. Realidad que contrasta con la labor que desde la finca La Victoria realiza Alberico Cervantes Cervantes.
Guajiro desde las botas hasta el sombrero enseña sus animales y habla de sus proyecciones con el orgullo de quien sabe que todos los números fríos representan horas de trabajo.
“Nuestro objeto social es la ganadería, tenemos 150 vacas en ordeño que dan cinco litros diarios, el promedio de natalidad está 70 % y contratamos inicialmente 100 000 litros de leche, luego recontratamos 50 000 más. En 2022 gracias a la eficiencia en la aplicación de las 63 medidas pudimos sacrificar 40 reses y este año deben ser 60.
“También tenemos ceba de toro con 300 cabezas, 24 puercas madres, con predominio de la capa oscura, 120 puercos y más de 200 carneros, además tenemos sembradas 2 caballerías de arroz. Todo esto lo hacemos con 12 trabajadores en 40 caballerías de tierra”.
Estos resultados requieren sacrificios, pero asegura que representan corresponder a la Revolución con todo lo que les ha dado.
“De sol a sol, la meta es incrementar las producciones y el desarrollo del municipio. Ahora estamos inmersos en poner en funcionamiento un proyecto de desarrollo local que permita construir una loza sanitaria, así los productores de la zona no tendremos que ir a la cabecera a realizar el sacrificio de los animales, y una mini-industria que además será fuente de empleo y nos incremente las opciones de encadenamiento productivo, y por qué no, de la exportación”.
Con más de 600 kilómetros cuadrados Carlos Manuel de Céspedes, un territorio principalmente cañero y agropecuario, decide con su aporte en los resultados provinciales de la estrategia económica social, por eso está allí su principal empeño, sin descuidar el desarrollo de sus pobladores y los beneficios del autoabastecimiento local, acciones en las que vale la pena convertir las excepcionales en regla, sobre todo con todas las potencialidades a su disposición.