CAMAGÜEY.- La Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) “Cerro Pelado” de esta ciudad retomó el curso escolar 2020-2021 con la presencia desde este lunes de más del 95% de su matrícula.

Hace menos de un mes los locales de la cantera deportiva camagüeyana todavía acogían pacientes y contactos de casos positivos a COVID-19, pero en una semana sus trabajadores higienizaron y alistaron todo para recibir a los estudiantes.

Según Iosvanis Urizarri, director de la EIDE, “la prioridad es que se complete exitosamente el proceso docente e ir recuperando las capacidades físicas en los entrenamientos, pues de celebrarse Juegos Escolares, serán en el próximo curso”.

De esta manera, en las venideras 14 semanas los atletas-estudiantes recibirán seis turnos diarios de clases y luego realizarán las evaluaciones finales en dos semanas. Si no ocurre algún contratiempo, en la primera quincena de marzo debe cerrar el curso 2020-2021 y en la segunda comenzaría el 2021-2022.

Hasta hoy ya se habían incorporado a las aulas más del 95% de los 949 atletas del centro, pues algunos vieron interrumpidos los ciclos de vacunación contra la COVID-19 y sus padres prefirieron terminarlos en casa para luego incorporarlos.

“La decisión de los familiares se respeta y apoya, ya hemos preparado las vías para que quienes están en esa situación reciban clases a distancia. Otro grupo de muchachos que tampoco han concluido su vacunación decidieron venir y por ellos hicimos las coordinaciones con las autoridades de Salud Pública para que se vacunen el día previsto y estén en sus hogares las 24 horas posteriores”.

Esta mañana algunos gimnasios ya acogían deportistas, como el de boxeo, donde el campeón mundial de boxeo de 1982, Carlos García, realizaba algunos ejercicios de coordinación con una docena de discípulos. Minutos antes, Waldo Santiago, jefe de cátedra de la disciplina, les dio la bienvenida a todos los aprendices de pugilismo y les recordó las nuevas medidas sanitarias que deben cumplir en todas las áreas de la institución.

En las aulas las primeras horas fueron para explicar los horarios, entregar base material de estudio y puntualizar el punto en el que se retomará cada asignatura. Resulta extraño ver a algunos educandos sin uniforme, pero el reglamento ahora lo permite, algo que agradecen algunos que han aumentado la talla y el peso considerablemente.

Así de pintorescos empezaron nuevamente a sudar, aprender y soñar los campeones del futuro en Camagüey, algunos más precavidos que otros, pero todos felices de volver a esta suerte de normalidad.