CAMAGÜEY.- La luz tardaba en encender. ¿Qué sucedió?, preguntó desesperado aquel hombre encargado de poner en marcha las máquinas antes de que el resto de los trabajadores llegara al taller. La cifra de corriente asignada se sobregiró y vino el apagón.
El ejemplo anterior no es ciencia ficción; ha sucedido y puede evitarse, lo que obliga a las direcciones administrativas a arreciar el control de las cifras asignadas por sus respectivas OSDE (Organización Superior de Dirección Empresarial) y desagregadas en el área de energía de la representación camagüeyana del Ministerio de Economía y Planificación.
Armando López Montero, jefe del subgrupo de energía del Consejo de Defensa Provincial, razonó el impacto negativo de que las empresas se sobregiren en el consumo, el territorio no pueda enmarcarse en los planes asignados y en consecuencia provoque un consumo superior de combustible para cuya adquisición el país eroga cuantiosas sumas de divisas.
Por tanto, subrayó, la autolectura diaria y el reporte a la Empresa Eléctrica constituye el aporte fundamental de las entidades, pues permite determinar los puntos neurálgicos de los excesos del sector estatal y en el residencial.
De las 10 053 entidades de la provincia responsabilizadas con reportar diariamente el consumo de energía eléctrica al puesto de mando de la empresa comercializadora, solo poco más de 2 000 lo asumen con seriedad.
El incumplimiento sobre este control es reiterado y no se observa una reacción de las dependencias administrativas para exigir a sus unidades intermedias el acatamiento de la regulación, tema que, tanto el Consejo Energético Provincial como los de los municipios, han llamado a transformar, más deben actuar con mayor exigencia.
El funcionario, refiriéndose a la marcha del programa de energía para septiembre, mencionó que al cierre del día 8, la provincia tiene un sobregiro de 1 057 Megawatts, un 4,7 % de incremento, y está marcada dentro de las que se exceden en el país.
No reportar los consumos cada mañana a la Empresa Eléctrica es un acto de indisciplina de las direcciones administrativas. Los que incumplen con la autolectura diaria deben rendir cuenta ante el Consejo Energético Provincial.
Para no llegar a este incómodo momento, las entidades tienen que velar por la distribución de la producción fuera del horario pico; la paralización total de algunos centros no vinculados directamente a las esferas más vitales de la economía, con énfasis en el período de 11:00 a.m. a 1:00 p.m.; la suspensión del uso de los aires acondicionados en los horarios de mayor carga y cuidar que no haya despilfarro con la iluminación.
En el balance de facturación de agosto, elaborado por la Empresa Eléctrica, del plan de 19 554.63 Megawatts, la provincia totalizó 21 143.37, equivalente a un 8,12 % de sobregiro, de acuerdo con las cifras reajustadas a partir del déficit de carburantes en el país, responsabilidad negativa que recae en 46 empresas en la provincia, contra 33 en julio, síntoma negativo y de falta de control.
Entre las más significativas están los grupos de Flora y Fauna, el Agrícola, Acopio; de Ferrocarriles, los talleres de reparación de locomotoras; de Turismo, Cubanacán, Cubasol, Isla Azul, Viajes Cuba; en el sector bancario, Cadeca; en el Grupo de Industria Química, Fertilizantes Nuevitas; de Recursos Hidráulicos, el Geiat; del sector de las comunicaciones, Etecsa y el grupo empresarial informática y comunicaciones.
Además, aparecen el MES, Empresa de Suministros Médicos, y entidades de los Órganos Locales del Poder Popular como la Empresa Provincial de Transporte, Alojamiento, Industrias Locales, Salud Pública, Complejo de la Salud, grupo empresarial de Comercio Interior, Cultura, Deportes y el Centro de Protección Social.
Una mejor desagregación de las entidades y su registro en el grupo de análisis de la Empresa Eléctrica permitirá contrastar entre cumplidores e incumplidores y determinar la tendencia al sobreconsumo, si es en el área estatal o en la residencial.
El consumo de la energía eléctrica debe verse como un todo. En el análisis no se puede obviar el sector residencial, el cual puede hacer mucho para reducirlo en los hogares, apagando las luces y equipos que no se están utilizando.
La vida en este minuto demuestra que no basta con el deseo del empeño emprendido, ha de ir acompañado de organización, control, disciplina y de una monolítica exigencia, con la contribución del empresariado y los trabajadores, y en los barrios con el desempeño de las