CAMAGÜEY.- Cuando el próximo 24 de febrero asistamos a las urnas para ratificar la nueva Constitución de la República, los cubanos estaremos firmando con nuestro voto otra página de gloria en la historia de la nación.

El referendo constituirá, sin dudas, victoria de un pueblo que con inteligencia y compromiso durante la consulta popular cambió alrededor del 60 % de los artículos del Proyecto, devuelto ahora con el consenso nacional como un texto mucho más robustecido. De esas importantes propuestas, cerca de 38 000 partieron de 529 000 camagüeyanos en 7 632 reuniones.

La nueva Constitución reafirma el rumbo socialista de la Revolución 60 años después de aquel enero victorioso. Se actualiza en correspondencia con el modelo económico aprobado en los Lineamientos de los congresos del Partido, y con nuestros empeños por una sociedad más justa, inclusiva, de mayor participación ciudadana, por el fortalecimiento de la institucionalidad y del poder del pueblo.

En Camagüey, haber acogido tres de las constituciones mambisas y la proclamación de la del ‘40, nos motiva de manera especial a decir #YoVotoSí; de manera particular en Guáimaro, cuna de la primera Constitución de la República en Armas.

En toda Cuba convoca el aniversario 60 de la Revolución. Nos confirmamos como nación soberana y democrática justo seis décadas después de soñar imposibles y construirlos a fuerza de unidad y resistencia.

Cuando Fidel entró en Camagüey el 4 de enero de 1959, en el país morían 60 niños por cada mil que nacían; cuando el próximo viernes nos reunamos en esa Plaza que no por gusto llamamos de La Libertad a escuchar nuevamente al Comandante en Jefe, habremos concluido el 2018 con una histórica tasa de mortalidad infantil por debajo de tres.

Ese y otros indicadores sociales similares a los de países del primer mundo, los conquistamos a pesar de un bloqueo económico, comercial, financiero y tecnológico que afecta nuestro desarrollo en 12 millones de dólares diarios como promedio.

Para respaldar el crecimiento espiritual de la sociedad con mejores servicios educacionales, de salud, seguridad y asistencia social, acceso a la cultura y el deporte, la provincia dispondrá de un presupuesto de más de 1 600 millones de pesos. El reto mayor, entonces, radica en cumplir los 1 900 millones planificados como ingresos, pues ninguno de esos sueños reales puede sostenerse sin una economía fuerte.

Cumplir con eficiencia la zafra azucarera; crecer en la siembra y producción agropecuaria e industrial de alimentos; incrementar la obtención local de materiales para la construcción, que respalde un ambicioso y necesario plan de edificación de viviendas; elevar la calidad en las inversiones; identificar rubros exportables y diseñarles estudios que les garanticen financiamiento, incluida la vía de la inversión extranjera, y mercados, son solo algunos de los difíciles compromisos de una provincia que decide en el panorama económico nacional.

Todo ello demanda, además, fuerza de trabajo calificada y comprometida. Debemos insistir como sociedad en que el trabajo sea asumido como el deber social que refrenda la nueva Constitución, para que pueda convertirse en verdadera y principal fuente de satisfacción individual y riqueza colectiva.

Porque unidos en nuestra diversidad #HacemosCuba, no es mera consigna que las grandes batallas por la economía habremos de ganarlas entre todos, porque serán para todos las mejoras a que aspiramos en la alimentación, en el transporte, en los viales, en la recreación, en los precios.

Al igual que el protagonismo de todo el pueblo llevará a las urnas una Constitución fortalecida, solo el protagonismo de todo el pueblo hará avanzar la economía, cuando cada cual entienda que el crecimiento en bienes se decide desde su pedazo de surco, de industria, de hostal, de camión, desde la empresa estatal y desde el trabajo por cuenta propia, desde la unidad presupuestada donde puede elevarse la calidad de los servicios y usarse mejor los recursos disponibles, que no son muchos, pero aún pudieran rendir más.

Porque una Cuba soberana demanda también de saldos eficientes; porque los anhelos son cada vez mayores y en contextos más complejos; porque los cubanos de hoy #SomosContinuidad en esa Revolución única que comenzó hace 150 años, no cejaremos en ninguno de nuestros empeños, fieles a nuestra estirpe, seguros de nuevas victorias.