CAMAGÜEY.- El reloj marcaba las 7:25 de la mañana. En la Plaza de la Libertad volvía a estar Fidel nuevamente junto al pueblo camagüeyano, el mismo que lo acompañó el 4 de enero de 1959 cuando habló en este lugar y agradeció su presencia.
El acto provincial por la efeméride del 26 de Julio en Camagüey se produce a menos de cuarenta y ocho horas del trascendental discurso, pronunciado por el Líder Histórico hace tres décadas en la Plaza Mayor General Ignacio Agramonte, oratoria de una inconmensurable actualidad para el devenir de los cubanos y de la humanidad.
La voz grabada e inconfundible de Fidel volvió a escucharse para recordar que Martí fue el autor intelectual del Moncada, mientras el poema de uno de sus soldados, Raúl Gómez García, el Poeta del Centenario, recordó que: "Estamos en combate, llama encendida y que no se ha apagado".
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Andrés Díaz Aguilera, trabajador de Intermar, estuvo hace treinta años en la plaza, oportunidad aprovechada por este periodista para conocer los recuerdos de la época.
“En primer lugar, la previsión de Fidel ese día de lo que iba a pasar de inmediato y lo que ha venido pasando luego. Es un discurso que advierte lo que sucedería: el derrumbe del campo socialista y también la posición que iba a mantener Cuba, en lo adelante, contra la Helms-Burton, contra el Capítulo III. Nos damos cuenta de esa realidad, es como si Fidel estuviera ahora aquí”.
Nora Pupo Montejo trabajaba y estudiaba por curso dirigido licenciatura en contabilidad y finanzas en la Universidad de Camagüey cuando el acto de1989. Le impactó escuchar en esa época hablar del derrumbe del campo socialista. “Lo que anunció lo vimos con los años”.
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La actual trabajadora de la Contraloría Provincial señala: “No entendía en ese momento el mensaje que daba, pero después cuando vimos la caída del campo socialista, nos dimos cuenta de sus palabras y la firmeza de los cubanos de no claudicar, de resistir. Hemos pasado momentos difíciles, pero estamos aquí presentes”.
La gran bandera rojinegra y la enseña nacional permanecían inhiestas en la Plaza de la Libertad al terminar el acto. Los miles de camagüeyanos volvían a sus centros de labor y otros hacia sus hogares, con la convicción de no retroceder un milímetro en el camino emprendido por Fidel el 26 de Julio de 1953.