CAMAGÜEY.- El mismo Fidel quedó sorprendido con la hazaña: casi 25 años sin perder una sola sesión desde instaurada la Asamblea Nacional del Poder Popular, un espacio considerado por él para intercambiar ideas, fijar conceptos y trazar estrategias económicas, social y políticas a favor del país y de las relaciones de solidaridad internacionales.
El 21 de diciembre del 2002 marcó un giro. El asiento principal del estrado presidencial permanecía vacío y estaba a punto de iniciarse una de las jornadas finales de la quinta legislatura con la ausencia de Fidel.
La sospecha de algo inusual era inminente, todos los diputados nos miramos como buscando una respuesta, hasta que el presidente del legislativo, Ricardo Alarcón de Quesada, a petición del Líder Histórico, hizo público el mensaje, enviado desde su lecho de enfermo, con su envoltura peculiar, un lenguaje al que nos tenía acostumbrado y enfoques, cargados de respeto al auditorio y al pueblo.
"Debido a una pequeña lesión accidental en la pierna izquierda con inflamación y otros riesgos teóricos, la tiranía médica me ha impuesto el terrible castigo de un reposo de tres o cuatro días.
"No he tenido otra alternativa que obedecer, aunque me cause gran contrariedad poner fin al récord casi olímpico de no haber faltado un solo día, un solo minuto ni un solo segundo a las sesiones de la Asamblea Nacional desde que se fundó hace más de 25 años, de lo cual me sentía orgulloso, pero debo cuidar mi pierna izquierda porque con ella he dado los mejores pasos de mi vida".
A renglón seguido lamentó: "Por la misma causa, no pude estar presente ayer en el acto conmemorativo del 80 Aniversario de la fundación de nuestra gloriosa Federación Estudiantil Universitaria por aquel joven precursor, excepcional y brillante, que fue Julio Antonio Mella, cuyas hermosas ideas son hoy inconmovible realidad en nuestra Patria.
La modestia afloró: "Mi ausencia en la Asamblea carece en sí de importancia; pero por constituir algo inusual, me veo en el deber de explicarles el motivo de la misma. Seguiré con interés las deliberaciones desde mi resignado reposo. Nos faltan muchas cosas por hacer y batallas por librar todavía".
Fraternalmente, Fidel Castro Ruz
El mensaje a mi juicio debía estar acompañado de una respuesta. Sin que nadie me lo propusiera tomé el camino del área de impresiones del Palacio de Convenciones, con la tranquilidad espiritual de elaborar una moción y hacerla llegar por la oficial de sala a la dirección de la Asamblea Nacional.
Cuando todo parecía que finalizara la jornada, Alarcón llamó la atención del auditorio para leer el mensaje, elaborado por este diputado y que si se aprobaba llegaría a manos de Fidel con el respaldo a su rica trayectoria y el pedido de su pronta recuperación para mantener su ejemplo de figura universal que trasciende hasta nuestros días.