SIERRA DE CUBITAS, CAMAGÚEY.- Para rescatar la historia de The Gloria City un instructor de arte, con despojos recogidos en cualquier parte de lo que quedó de esta comunidad, creó una especie de exhibición pública que pronto ganó popularidad y por años los pobladores han considerado su museo. Sin embargo la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural no prevé instalar uno en La Gloria ya que existe el municipal en Sola, a donde podrían ir algunas de esas piezas históricas. Con escasa información al respecto, en La Gloria se ha creado un desagradable estado de opinión sobre este tema ya que esta comunidad se opone a que su museo salga del poblado..

“Soy el ultimo, pero no el menos importante” dijo próximo a su muerte Willyan Stokes, arribado a La Gloria el 24 de junio de 1900 junto con los primeros colonos que llegaron a Cuba con la esperanza de crear la prospera colonia norteamericana The Gloria City.

La propaganda de una compañía en los EEUU, The Cuban Land, decía que La Gloria era un lugar maravilloso, una ciudad con avenidas edificios y hasta teatros.

Todo fue una colosal estafa que facilitó en La Florida la venta de cientos de acres de maniguas y marismas al borde de la bahía de La Gloria a granjeros con sueños de porvenir en una tierra infinita, virgen y próspera. Apenas treinta años después la fabulosa comunidad se hundió en los pantanos. De aquella utopía quedan solitarias tumbas en el cementerio de la colina donde están enterradas las ilusiones de un pueblo engañado.

La última resistencia.   

Mirtha iglesias Rey nació en Gloria,City, tiene 79 años y buena memoria. Trabajó desde niña con la familia Stokes y acompañó a Willyan hasta su tumba. ”Se luchó contra todo pero fue inútil y  alguna vez el pueblo comenzó a ser abandonado. Muchos desmontaron sus casas y se las llevaron de regreso a norteamérica. Hasta la mujer de Willyan con sus dos hijas se fue para jamás regresar.

“Así fue el fin del pueblo, quedaron desamparadas viviendas, hierros, maquinarias, muebles, carretones, todo. Como una fuga para no morir aquí....Willyan resistió sin esperanzas cuanto pudo”.

Carlos Yudel Pacheco Iglesias es nieto de Mirtha y nació en La Gloria. Es campesino e instructor de arte, “coleccionista natural” como él se titula, alguna vez comenzó a recoger cuando hallaba disperso en la costa cercana y en los potreros. Incluso en alguna parte hubo labradores que surcando campos colocaron al descubierto numerosos objetos de aquella historia,

Todo lo que pudo rescatar y salvar del olvido Carlos Yudel lo llevó a su finca Palmarito que con los años devino en salón de exhibiciones al aire libre donde  protege restos de    maquinarias, monedas, alfarería y cristalería, menaje hogareño y hasta la pila bautismal de la iglesia católica de The Gloria City, así como una colosal enciclopedia editada por el Congreso de los EEUU en 1905, seguramente la única de ese país existente en Cuba y entregada por Willyan Stoke a su abuela..

"Sueño con un museo de la historia de La Gloria, pero en La Gloria, nos dijo Carlos una tarde sentados en la sala de su humilde vivienda al regreso de una larga marcha en busca de un fabuloso arroyo perdido en el monte. He tratado de colectar todo lo que ha sido posible en la zona, Una vez fui al puerto de Víaro, lugar por donde desembarcaban y embarcaban los norteamericanos y vi tantos objetos allí abandonados, que decidí recogerlos y traerlos a la finca. Eso me atrapó para comenzar a recoger todo lo que me encontraba¨

Máquinas de coser de los siglos XIX y XX sufriendo la acción de la intemperie depositadas en el portal de la casa de Carlos.Máquinas de coser de los siglos XIX y XX sufriendo la acción de la intemperie depositadas en el portal de la casa de Carlos.

No todo puede dejarse al destino

A pesar de llamadas de atención para proteger este patrimonio de trascendente historia, hasta hoy no parece existir una seria decisión del gobierno local para ayudar al joven campesino a ordenar todo este tesoro y convertir a Palmarito en Museo de la comunidad de La Gloria, ya que prima la idea de trasladar algunos de estos valores al museo municipal de Sola, cuya construcción lleva muchos años pendiente.

“He dejado al destino para que alguien se preocupe por salvar lo que tengo, se entristece el arqueólogo empírico, yo estoy solo y no sé quién quedará mañana responsable de todo esto. No soy eterno y no tengo condiciones para guardar objetos que como vez están en mal estado.  Antes de la Covid me visitaban descendientes de norteamericanos que aquí vivieron, o que aquí murieron. También venían alumnos de las escuelas para conocer la historia de su comunidad”.

No pocos vecinos de La Gloria se oponen al traslado de estas colecciones hacia el museo de Sola y esto ha originado controvertidos estados de opinión, pues ello representa  para la comunidad un despojo de sus raíces históricas.

“Este museo es una de las cosas más valiosas que aquí tenemos, expone Jacinto Abreu, cuentapropista y vecino de las inmediaciones de la plaza central en La Gloria. Llevarlo a Sola es faltar el respeto”.

Alicia Iraola Ruiz y Maria del Carmen Pérez  Salvador, jóvenes estudiantes, recuerdan las visitas a la finca Palmarito con su escuela para aprender la historia de La Gloria, ellas coincidieron al expresar que; “No entendemos porque quieren sacar de aquí nuestro museo que es parte de la cultura de este pueblo”.

Otros fueron mas cáusticos; ¨”Ese museo que tiene Carlos en su casa un día se le va a caer encima, Resulta que ese hombre ha trabajado solo y ahora se habla de llevarse todo lo que tiene para Sola¨” raja Ernesto Medina Cruz, pescador en Piloto.

Restos de máquinas pesadas de todo tipo; del ingenio azucarero, de calderas, winches, aserraderos, de los muelles, de la industria de la naranja, todo disperso entre las malezas y que de alguna forma el joven aficionado trasladó a este lugar. Restos de máquinas pesadas de todo tipo; del ingenio azucarero, de calderas, winches, aserraderos, de los muelles, de la industria de la naranja, todo disperso entre las malezas y que de alguna forma el joven aficionado trasladó a este lugar. 

De Bélgica nos llega la realidad .

“Lo que está en La Gloria no es ni nunca ha sido un museo por cuenta propia” explica Bélgica Perpiñán Colina, Directora del Centro Provincial del Patrimonio Cultural. Apunta la titular que los museos son instituciones declaradas y regidas por protocolos gubernamentales vinculados al patrimonio cultural e histórico del país, por lo que el único museo del municipio Sierra de Cubitas se encuentra en Sola, que es la capital del territorio. Añade que el sitio de La Gloria fue visitado por un especialista del Departamento Metodológico para valorar  las colecciones depositadas en la finca Palmarito y que allí existen muchas piezas que pueden servir para asentarlo en el museo municipal .

“En ningún momento se ha dicho que lo que se exhibe en La Gloria nos lo llevaremos para el museo de Sola, aclara Bélgica, nosotros lo que hemos intencionado es un    préstamo de piezas para el museo y lo que buscamos es tener relaciones con el propietario de ese lugar respetando su estatus como coleccionistas particular”.

En nuestro criterio y en buen criollo, habría que buscar una media. Crear en La Gloria una sala como extensión del museo municipal de Sierra de Cubitas, lo que permitiría    clasificar y proteger las colecciones de la finca Palmarito, sin divorciar a la comunidad de lo que por años han tenido como patrimonio legítimo, preparar técnicamente al instructor de arte como presentador al público que le visita de lo que allí guarda y en especial, ofrecer información a la comunidad de los esfuerzos que realiza Patrimonio para entenderse con Carlos Yudel.