CAMAGÜEY.-Para las actuales generaciones puede parecer ficción exagerada el título, pero ocurría cada zafra antes de 1959 cuando cientos de sin trabajo hacían colas en las guardarrayas de las colonias de caña para cortarla y alzarla a mano, donde la mayoría de los dueños de las plantaciones exigían, incluso, cartas de recomendación de los nómadas macheteros para evitar a los “revoltosos” (como tildaban al líder azucarero, Jesús Menéndez Larrondo), que les ponían malo el negocio por salarios decorosos ante la abusiva explotación laboral.
Esa era una realidad forzada por la hambruna y el desempleo que imperaba en Cuba. Miguelito, entonces no había nacido, y apenas tenía dos años cuando la Revolución puso fin al tiempo muerto con la movilización del pueblo a las zafras libres, renglón principal de la economía y con la introducción de alzadoras y combinadas humanizó la cosecha y automatizó los ingenios.
Ernesto Che Guevara, fue el precursor quien compartió el escaso tiempo de Ministro de Industrias con las intensas jornadas compartidas como machetero y operador de las primeras combinadas cañeras predecesora de la KTP en los tajos de los cañaverales del ingenio Pina, “Ciro Redondo” en Morón, antigua gran provincia de Camagüey, en el año 1963.
Miguel Castillo Márquez.Fotos: Otilio Rivero Delgado/AdelanteVeintiún años tenía, Miguelito, cuando subió a la primera combinada KTP tras vencer su primer curso de preparación y adiestramiento.
“Era tan joven como mi hijo que ahora pasa el servicio militar y quiere ser mi relevo en esta máquina de mando digital con aire acondicionado.
“Sí, porque no he dejado de superarme: después aprobé otras capacitaciones para cosechadoras modernas brasileña y hoy manejo una máquina CASE 8,800 de esteras de alta productividad “.
Y en la presente zafra en las plantaciones de las cooperativas agropecuarias “Gilberto Aguilar”, José Ramón Sánchez” y la UBPC “El Ramón” de central “Batalla de las Guásimas”, primero construido por la Revolución en Vertientes, Camagüey, acaba de volver a hacerse millonario sobre una combinada de estera y lo es hace 38 zafras a la vera de jóvenes operadores más diestro que él en la computación pero que necesitan del multimillonario, Miguel Castillo Márquez, por su la experiencia para aprender a cortar bajito y sin paja todos los días con el mismo ímpetu del cumplimiento de la tarea.