Foto: De la autoraFoto: De la autoraCAMAGÜEY.- Milagro, con apenas dos meses de vida, llegó por primera vez a la clínica veterinaria de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz. Diagnosticada con una dermatitis y una intoxicación por sal, requiere de un tratamiento que elimine el líquido presentado en las vías altas. Esta cerdita es uno de los tantos animales que llegan día a día a manos del veterinario Alex Resillez Pujal.

Según Alex, su vocación comenzó desde que estaba en el hogar materno. Tuvo varios animalitos cuando pequeño y esto lo motivó a inclinarse por la medicina veterinaria.

Todos los días llegan a él, nuevos retos, cada uno distinto al anterior. Como cirujano ha atendido situaciones extremas, tal fue el caso del canino que llegó con una herida en la cabeza, la cual le mutó parte de su oreja a causa de un arma blanca.

Es tanta la devoción a su labor que se encarga de los animales callejeros y no permite que ninguno sea maltratado. Junto a un grupo de profesores de Santa Clara realizó un trabajo de esterilización masiva de forma gratuita y en coordinación con integrantes del grupo RSA en la provincia, cura a los rescatados para su posterior adopción.

Su amor por la profesión, su vasta experiencia de más de 26 años y sus ganas de trabajar, han permitido que además de su labor como profesor en la Facultad de Ciencias Agropecuarias atienda la clínica docente de la universidad.

Este consultorio veterinario tiene como propósito atender cualquier especie, y está habilitado para todo tipo de tratamiento, incluyendo quirúrgico y estomatológico. Además le permite a Alex dar clases prácticas a sus estudiantes y de esta forma motivarlos y vincularlos con lo que en un futuro será su profesión.

La clínica presta servicios a toda la población y atiende además a los animales que se encuentran en los alrededores de la universidad. Entre los más frecuentes que recibe se encuentran los perros y los equinos, aunque además se examinan carneros, gatos, cerdos, patos e incluso vacas.