CAMAGÜEY.- Este domingo: votaciones generales por Cuba, Fidel, está más presente que siempre con más fuerza y guía, para aquellos que todavía creen que la culpa de nuestras desgracias y escaseces son solamente cubanas y que los imperialistas de Estados Unidos, son la solución de nuestros propias soluciones.
Ir a las urnas es un deber constitucional que esta isla asediada, defenderá cual su soberanía nacional, para proteger un proceso que mucho antes de gestarse entre los jóvenes de la generación martiana-fidelista del 26 de Julio, ya lo acechaba el imperio expansionista para apoderarse de Cuba, como trató de hacerlo a partir de las invasiones de 1898 y Playa Girón 1961.
Este domingo, tachar con una cruz el voto unido es ratificar, todos los patriotas, el derecho -bien ganado- de jamás volver a ser esclavos en nuestro propio suelo, es ratificar a los 470 cubanos candidatos nominados a diputados de todo el país (35 candidatos al Parlamento por la provincia de Camagüey) elegidos por el pueblo, porque son del barrio o la lejana comunidad a la cual llegaron las conquistas de la Revolución, pese al obstinado bloqueo USA, como jamás ningún Gobierno en la historia cubana atendió.
Asistiremos a las urnas y votaremos por todos conscientemente, no como una consigna más ni una obligación revolucionaria, sino como la estrategia de unidad frente a los enemigos odiadores violentos que tratan de dividirnos por las carencias frente a la abundancia mercantilista de quienes quieren vernos doblegar nuestros principios.
En Camagüey abrirán durante los comicios generales, el 26 de marzo, domingo próximo, 1 651 colegios a las siete de la mañana hasta las seis de la tarde sobre la vasta llanura agramontina, y 12 serán especiales para los cubanos que, por diversas circunstancias estén de paso, fuera de sus circunscripciones de residencias, no importa sus provincia: podrán ejercer su derecho al voto por todos los candidatos al Parlamento Cubano.
No solo iremos a las urnas a escuchar las tiernas voces de nuestro futuro seguro decir: ¡Votó!, sino que lo haremos por la estrategia fidelista de unir todas nuestras fuerzas e ideas frente “al monstruo de las siete leguas”, que se cree gendarme universal de todo, mientras trata de pisotear a los pueblos que se rebelan de sus malas prácticas, en un mundo donde su hegemonismo se tambalea frente a intentos planetarios de un mundo multipolar que necesita la paz universal para recuperarse de los embates de la Covid, otras pandemias… y los fenómenos naturales que constantemente suceden, al margen de las destructoras guerras de rapiñas imperiales.