Las personas andan en la calle a toda hora, incluso en la noche cuando rige una limitación de movimientos que, al parecer, es solo una medida escrita en un papel. Los contagios entre infantes y embarazadas alarman. Mientras, ya está demostrada la presencia en Camagüey de la variante Delta, que en quince segundos pasa de un cuerpo a otro, mucho menos de lo que demoran el alcohol y el cloro en desactivar el virus. ¿Hasta cuándo?