¿A quién no le gusta tener en su hogar un trocito de verde naturaleza? Sí, un sitio para el sosiego, donde la placidez que transmiten las plantas convierte ese rinconcito de la casa en el lugar en que más nos agrada sentarnos a leer, a beber un café, a quedarnos ensimismados ante el brote de un capullo, una begonia, o un cactus.