“Qué importa la sordera del oído cuando la mente oye; la verdadera sordera, la incurable sordera es la de la mente”, dijo Víctor Hugo, autor de Los Miserables, y ciertamente muchos se tapan oídos, ojos y boca frente a algunas circunstancias de la vida, sin darse cuenta de cuánto ellos mismos se excluyen.