¡Ese es mi hijo!, decía aquel padre con un orgullo inmenso de ver a su muchacho como uno de los mejores graduados del IPVCE Máximo Gómez Báez. Teléfono en mano, grabó todo. Luego no paró de hacer fotos. Así vivieron la graduación 48 del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas las familias de los 305 nuevos bachilleres en la Plaza de la Revolución Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz.