Personajes. Una muchacha, Astrid, agobiada por la soledad y la extenuante búsqueda de lo idílico. Una estación de metro que contrario a la conmoción que supone la representación mental del lugar, es quieta, invariable. Un muchacho, Helmut, que comparte con ella un distrito, una estación de metro, un edificio, y la misma angustia, la misma carencia. Se ven, se deciden.