Mientras sonaban los tambores del grupo Portador Bonito Patuá en la inauguración del Festival Timbalaye, Iván Vasconcelos, un niño del público allí presente con tan solo seis años de edad, se movía con la firmeza de quien ha bailado siempre, todos en la Plaza de los Trabajadores presenciaron la maravillosa fuerza de las raíces y de los antecedentes culturales.