La Columna Juvenil del Centenario y el Ejército Juvenil del Trabajo habrá que recordarlas por siempre como símbolos eternos de la juventud cubana.

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Hace 50 años en Camagüey, el líder histórico de la Revolución general de Ejército Raúl Castro Ruz, intercambió la gorra militar del sargento de las FAR Alfredo Luis Fuentes con el sombrero de yarey de Walter Pupo, miembro de la Columna Juvenil del Centenario (CJC) , gesto de defensa y producción para dejar constituido el Ejército Juvenil del Trabajo (EJT),la fuerza más productiva de Cuba en la agricultura cañera, agropecuaria y más allá.

En Camagüey, el viceministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Ramón Espinosa Martín visitó el campamento del Ejército Juvenil del Trabajo de Sabanilla, periferia de la ciudad de Camagüey.

El simbólico gesto del entonces ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Raúl Castro Ruz, de intercambiar la gorra militar del sargento Alfredo Luis Fuentes con el sombrero de yarey de Walter Pupo, miembro de la Columna Juvenil del Centenario (CJC)  fundó en Camagüey -hace 45 años- el Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), la  fuerza más productiva de Cuba en la Agricultura cañera, agropecuaria y más allá.

Cuando el teniente coronel Fidel George habla de los combatientes dedicados al restablecimiento, mantenimiento y reparación de las vías férreas lo hace pensando no solo en los de Camagüey, sino en los de los once campamentos de esta fuerza, diseminados también en las vecinas regiones de Ciego de Ávila y Las Tunas.

 Los combatientes del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), con sus oficiales al frente, permanecen en zafra todo el año, pues con el corte del primer plantón de caña comienzan a atenderse los retoños, la fertilización, la aplicación de herbicidas, el cultivo mecanizado y la preparación de tierra para las nuevas áreas a sembrar en todas sus unidades de producción.