• Eduardo Agramonte: cartas desde el corazón

     Las cartas son como la entrada a un paisaje de anhelos, inquietudes y respuestas. Comunican la cotidianidad, las simplezas e intimidades más sorprendentes. Algunas misivas transciende por su romanticismo, como las de Bolívar a su esposa María Teresa, otras fraternales, a las maneras de Van Gogh con su hermano Theo o las de nuestro Héroe Nacional a Manuel Mercado. En las de Eduardo Agramonte Piña descubrimos la naturaleza de un patriota enamorado y los sacrificios de un hombre de la Guerra Grande.

  • Eduardo Agramonte: la entereza de un mambí

    El nombre Eduardo Agramonte Piña no solo nos remite a la célebre hospital pediátrico encargado de velar por la salud de los pequeños y adolescentes. Recuerda al mambí que sobresalió en la Guerra de los Diez Años por su oportuna presencia en los instantes decisivos de la Revolución en Camagüey y sus indiscutibles aportes, desde diversos frentes de combate, a la independencia de Cuba.