Nunca creemos que el spot en televisión se nos hará realidad, o que aquello que le sucedió al vecino pueda pasarle también a nuestro niño de la casa. Nunca vemos tan de cerca el problema de la adicción a las drogas hasta que se nos avalancha, recordándonos que está ahí, que nunca se ha ido, que el mal anda en la calle y cualquiera puede caer…y que cuando eso sucede se necesita de una fuerza de voluntad mayor y de gran apoyo para superarlo.