Imagina a un atleta paralímpico como Guillermo Varona, concentrado en la pista. En su mente, visualiza el recorrido de la jabalina atravesando el aire, el punto exacto donde debe caer para asegurar la medalla. Su cuerpo, en constante tensión, ha sido entrenado durante años. Cada músculo responde al arduo trabajo, pero más que su fuerza física, es su mente la que impulsa el lanzamiento. Es la certeza de que, pese a las adversidades, alcanzará la meta.