Los trabajadores hidráulicos camagüeyanos, que celebran su Día cada 10 de agosto, no cejan en el cumplimiento de su labor cotidiana y de las inversiones planificadas ni en la búsqueda de alternativas e innovaciones para que la salud y la alimentación del pueblo, dependientes del agua, no se afecten, pese a las restricciones económicas impuestas por el bloqueo de Estados Unidos para la adquisición de equipos y accesorios; frente a las zancadillas que tratan de evitar llegue el petróleo indispensable para el bombeo regular del importante líquido a la población y cubrir los servicios de acueductos y de alcantarillados ante la pandemia, además de armonizar la demanda de agua sin derroche para los planes agropecuarios.